
Una coleccion de perros, entre lo exotico y lo caro
Juntos pesan algo así como 300 libras y la altura de ambos, con apenas 4 y 5 años, están por los 70 centímetros de alto. Aquellos dos ejemplares de perros son precisamente los engreídos del industrial Omar Guevara Viteri, uno de los reconocidos criadores de perros de raza de la ciudad.
Él los describe como “muy querendones y enérgicos. Duermen conmigo”, agrega.
No se trata de cualquier tipo de perro. En cualquier lista en la que se reúnan las diez razas más exóticas del planeta, destaca el tipo de perros que engríe este empresario ibarreño radicado en Guayaquil.
Una raza que algunos consideran como la más cara del mundo. En marzo de 2014, un promotor inmobiliario pagó 1,9 millones de dólares por un mastín tibetano de un año de edad y 90 kilos en una feria canina en la provincia de Zhejiang (China).
También conocidos como dogos del Tíbet, se comparan con frecuencia a los leones por su impresionante melena de colores rojizos y son la última moda entre los millonarios chinos, convertidos en símbolo de estatus social.
“Aquí en el país, no hay oferta para esta raza”, dice Guevara, quien trajo sus dos mascotas desde Estados Unidos.
Entre los 296 criadores registrados en la Asociación Ecuatoriana de Registros Caninos (Aercan), nadie se dedica a esta raza.
No es la única raza algo extraña que habita en alguna casa de esta ciudad. En cierto momento, Alejandro Lizano, otro criador guayaquileño, tuvo un PSP (perro sin pelo del Perú).
Un animal al que algunos llaman el perro más feo del mundo. “Tener ese tipo de perros es complicado, porque Perú lo declaró en el 2011 un patrimonio nacional”, dice Darwinson Plaza, un amaestrador de perros, quien suele lidiar con ejemplares de las razas más conocidas hasta las más raras. Una de estas es el malinois, que adiestra en estos días en su Escuela de Adiestramiento Canino (Esadcan).
Otro tipo de perro que es parte de la lista de los raros es el basenji, que en su momento fue criado por Fabricio Pastor, uno de los jueces internacionales de exposiciones caninas.
“Este es un tipo de perro muy querendón en familia. Con los extraños no suelen ser afectuosos. Tienen una característica: no ladran. En su lugar emiten un curioso sonido”, agrega Pastor, quien obtuvo su primer ejemplar hace 15 años y vendió cachorros en Bolivia, Chile, Colombia y Brasil. Su costo varía. Si es para mascota, está entre los 800 a 1.000 dólares. Si es para exhibición está entre 2.500 a 10.000 dólares.