Quieren lo mismo pero, por ahora, van por caminos separados. Ejecutivo y Legislativo trabajan en la redacción del nuevo Código de la Salud. Cada uno con invitados y metodología diferentes.

En el medio queda el texto discutido el 10 de mayo pasado –dos días antes de que el anterior período legislativo termine sus funciones– en primer debate en el pleno de la Asamblea. Ese documento, una propuesta del oficialismo, recibió fuertes críticas de los gremios de profesionales. Incluso Lenín Moreno, entonces candidato presidencial, pidió a los legisladores suspender su trámite.

Ahora, por un lado, el Gobierno adelanta sus propios diálogos. Ayer, la ministra de Salud, Verónica Espinosa, y el presidente de la Federación de Médicos, José Eras, anunciaron que trabajan en una propuesta de Código consensuada para presentarla al Legislativo.

“Tomará el tiempo que requiera. Hemos visto la necesidad de abrir un diálogo amplio sin limitaciones. Esperamos hasta octubre tener una propuesta consolidada para presentarla a la Asamblea”, dijo la funcionaria.

¿Y el texto ya debatido? Es un insumo de trabajo, contaron ellos.

En la Comisión de la Salud de la Asamblea, sin embargo, la historia es otra.

William Garzón, presidente de la mesa, contó a EXPRESO que se ha diseñado un plan de trabajo para socializar el Código existente. Habrá debates internos con los actores del sector salud y habrá una socialización en campo, ofreció.

Según él, la Comisión está abierta a recibir cualquier propuesta que enriquezca el debate. ¿El texto que salga del Ministerio de Salud y de la Federación Médica? Servirá, dijo, “como insumo para la discusión”, previo a presentar el informe para segundo debate.

La asambleísta socialcristiana Poly Ugarte, y vocal de la Comisión, coincide con su colega de PAIS. Ella cree que la socialización debe hacerse con todos los actores del sector salud, “y no con uno solo”, para lograr un código integral y en beneficio de la población.

¿Cuándo estará listo el nuevo Código? Ningún sector se arriesga a estimar una fecha para su tratamiento o aprobación en el pleno de la Asamblea. Coinciden en que el tiempo no es lo primordial, sino sacar una buena normativa.