El contrabando moviliza una gran variedad de productos por los pasos compartidos en las zonas de frontera que Ecuador, Colombia y Perú.

Alimentos, prendas de vestir, electrodomésticos, ropa, combustible, gas de uso doméstico, armas, municiones, cigarrillos... Esos y otros productos son parte del negocio del contrabando que estaría controlado por grupos delincuenciales transnacionales.

Se trataría de mafias grandes dedicadas a afectar a la economía de los países, según lo reveló a EXPRESO el coronel Nicolás Carmen, subdirector de la Policía Fiscal y Aduanera de Colombia, quien estuvo en Quito hace 15 días. El combustible, las armas y municiones serían destinados a grupos disidentes de las FARC, según el mismo oficial.

En operativos cumplidos entre 2016 y 2018, la Policía y las unidades de control fronterizo han encontrado de todo. Cigarrillos, útiles escolares, ropa, bisutería, cosméticos, material eléctrico, accesorios de teléfonos, alimentos perecibles, pirotecnia, confites, enseres de cocina, medicamentos, frutas y aparatos electrónicos.

En tres años, solo en cigarrillos han decomisado más de 11 millones de unidades y en prendas de vestir casi 300.000 unidades, según información del Ministerio del Interior. El valor referencial de esa incautación de mercadería de contrabando fue de casi 30 millones de dólares.

Adicionalmente, en esos operativos se encontró cocaína, marihuana, bicarbonato de sodio, material aurífero, armas, gas doméstico, precursores químicos, joyas. En el mismo período se retuvieron 611 vehículos y 161 personas fueron aprehendidas.

En tres años, la Fiscalía recibió además 1.567 denuncias por contrabando tipificado en el artículo 301 del Código Orgánico Integral Penal (COIP). Pichincha, Santo Domingo y Loja registran el mayor número de noticias del delito. También existen casos en Guayas, Azuay, El Oro, Tungurahua, Chimborazo y Manabí.

Mauricio Sáenz, de Itabsa, considera que “el contrabando afecta al empleo, genera inseguridad, reduce las recaudaciones fiscales y afecta a la industria legal”. Los niveles de contrabando existentes en Ecuador han generado que las ventas de la industria legal se reduzcan en un 62 % en los últimos cuatro años, sin que esto implique una reducción del consumo.

La actividad al margen de la ley no es nueva. El exfiscal Galo Chiriboga recogió en una publicación de 2015 que “se trata de un fenómeno que se ha generalizado en nuestra cultura y en nuestro modo de vida”.

Dijo que más allá de las iniciativas productivas está el uso especulativo del dinero, de capitales oportunistas, del negocio fácil y la ganancia desproporcionada basada en la intermediación. El grado de dificultad para enfrentar el fenómeno se ha evidenciado en los últimos meses con incidentes entre la fuerza pública y ciudadanos dedicados a esa actividad.

En septiembre ocho policías fueron agredidos en la frontera de Tulcán, en Carchi. También hubo incidentes en un control de la misma provincia por el intento de decomiso de cigarrillos que eran transportados en un bus. Los dueños de la mercadería huyeron con el producto afectando a los uniformados y al automotor.

El coronel Carmen considera que los operativos en casos de contrabando no deben ser improvisados. Recomienda que cuando se va a lanzar una operación es importante llegar, aislar en la zona, llegar con tanquetas, el procedimiento debe ser grande y planeado, no se puede improvisar, señala.

Destaca que hay que asumir riesgos calculados, si no hay la fuerza suficiente no se puede hacer nada, hay que tener prioridades y es la vida del uniformado y de las demás personas.

Para saber

Pérdidas

Entre 2015 y 2017 el contrabando de cigarrillos representó 295 millones de dólares en pérdidas de recaudación tributaria para el país.

Contrabando

Un estudio de MSIntelligence determinó que uno de cada dos cigarrillos que se consume en el Ecuador son de contrabando.

Procedencia

En Ecuador casi el 70 % de los productos ilícitos proviene de Asia y, la marca de cigarrillos de mayor consumo en el país proviene de China.