El tercer día de juicio en el caso Las Torres, que involucra al excontralor Pablo Celi y 11 sospechosos de integrar una presunta red para desvanecer glosas a cambio de coimas, hace presagiar que será una diligencia larga.

La aspiración del tribunal de la Corte Nacional de Justicia, presidido por el juez Wálter Macías, era que ayer concluya la reproducción de los seis testimonios anticipados recibidos durante la instrucción fiscal.

Sin embargo, el juicio se suspendió por un receso pasado el mediodía y se reinstaló cerca de las 15:00 para continuar escuchando lo que José Raúl de la Torre, familiar de Celi, dijo el 6 de agosto de 2021, a las 08:00 desde el consulado de Miami en Estados Unidos.

Ese día, bajo juramento ante el juez Felipe Córdova, De la Torre, de 38 años y exasesor de la Gerencia de Petroecuador entre 2018 y 2019, habló por varias horas y fue interrogado por la Fiscalía y las defensas.

Ayer, el tribunal escuchó la grabación en la que De la Torre corroboraba la hipótesis de la Fiscalía sobre el pago de sobornos a cambio del desvanecimiento de glosas y la liberación del pago de planillas en favor de NoLimit.

Entre otras cosas, ratificó que ingresó a trabajar en Petroecuador por recomendación de Roberto Barrera, amigo de Pablo Flores, exgerente de la estatal.

Dijo que a Flores lo conoció en 2012 cuando necesitaba de una asesoría legal por un problema con su exesposa. Reconoció que mantenía una relación cercana con Esteban Celi, hermano del excontralor, ambos procesados por el caso Las Torres. Reveló que Esteban Celi le habló de una empresa llamada NoLimit, cuyo propietario era su amigo José Luis de la Paz. Es por esos vínculos que Celi le habría señalado que NoLimit tenía temas pendientes de cobro por planillas de trabajo realizadas por un sinnúmero de contratos con Petroecuador “y que sería prudente y favorable poder ayudar para que esos pagos se puedan gestionar”.

Por esa gestión, Celi habría ofrecido que iba a fijar un porcentaje de dinero a cambio del pago de esas planillas. En su testimonio, De la Torre afirma que comunicó el tema a Roberto Barrera, quien “me manifestó que iba a poner en conocimiento del señor Pablo Flores Cueva ese particular”.

¿El resultado? Según el testimonio de De la Torre, fue que Flores había aceptado con la única condición de que el dinero lo recibiría por medio de Barrera y en efectivo, no por transacciones “porque no quería dejar ningún rastro”. De la Torre también refirió en su testimonio cómo conoció al principal de NoLimit, los trámites para los pagos y los porcentajes que debían cobrarse por las gestiones.

Dijo que se fijó un honorario en el cual, para el pago de las planillas pequeñas, se cobraría el 5 % por factura pagada. De ese porcentaje “el 3 % iba dirigido al señor Pablo Flores Cueva y el 2 % iba dirigido para el señor Esteban Celi y Pablo Celi de la Torre y para mí”.

Lo siguiente, según De la Torre, fue entregar el dinero correspondiente. Habló también de haber conversado con Barrera para que el porcentaje que reciba Flores no sea del 3 %, sino del 2,5 % y que el otro 2,5 % vaya a Barrera, los hermanos Celi y él.

“La empresa NoLimit tenía una planilla por pagar de unos trabajos que ellos habían realizado con Petroecuador, alrededor de 21 o 22 millones de dólares”. De ese contrato, el acuerdo de pago habría sido por 20 % del valor pagado. Según Pablo Encalada, abogado de Flores, De la Torre se tomó el nombre de su cliente para los actos de corrupción. Hasta el cierre de la edición, la audiencia seguía en la Corte.

Complicaciones

NoLimit, en desacuerdo con los pagos

En su testimonio anticipado, Raúl de la Torre recordó la existencia de una grabación sobre la que NoLimit hablaba de la imposibilidad de pagar los porcentajes solicitados.

El desglose era: dos millones para Flores, 1,4 millones para Esteban y Pablo Celi y Raúl de la Torre. Mencionó también que se incluían 250.000 para Roberto Barrera y 300.000 para Natalia Cárdenas. De la Torre fue procesado y sentenciado en Estados Unidos.