Los crímenes de Estado que han sucedido por desgracia durante regímenes autoritarios son graves delitos que en ninguna nación del mundo pueden quedar en la impunidad. Claro que en nuestro país han sido pocos los casos que supuestamente se han dado al respecto, en comparación con las ejecuciones extrajudiciales y masacres de ciudadanos ocurridas hasta el momento en los sangrientos gobiernos de Maduro en Venezuela y de Ortega en Nicaragua; sin embargo, la justicia ecuatoriana tiene el deber de someter a juicio a los responsables del asesinato del general Jorge Gabela que, según el resultado de las investigaciones del perito argentino Meza y las recientes indagaciones hechas por la comisión de la Asamblea encargada del tema estuvo directamente relacionado con las actividades que cumplió como comandante de la FAE y en concreto por haberse opuesto a la compra de los helicópteros Dhruv, que ciertamente llegaron en malas condiciones cuando fueron adquiridos (pese a las advertencias efectuadas) por una nueva administración. El Ecuador entero, la viuda Patricia Ochoa y familiares del excomandante de la FAE que fue amenazado y después victimado solo por defender los sagrados intereses nacionales, estarán pendientes de los procesamientos de rigor y de las sentencias condenatorias que se emitan en contra de los autores intelectuales y materiales de este presunto crimen de Estado registrado durante el Gobierno anterior.

Jhonny Muñoz Lima