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Capriles reta a Maduro a hablar sobre sobrinos

Prensa. Capriles con miembros de su partido, Primero Justicia, ante medios el pasado día 9, en Caracas.

La sentencia de culpabilidad de Franqui Francisco Flores de Freitas y Efraín Campos Flores, sobrinos de la primera dama de Venezuela, Cilia Flores, por intentar introducir 800 kilos de cocaína a Estados Unidos en 2015, provocó que la oposición direccione sus acusaciones contra el Gobierno por sus presuntos vínculos con el narcotráfico. Henrique Capriles Radonski, gobernador del estado de Miranda y dos veces candidato presidencial, instó ayer al mandatario venezolano Nicolás Maduro a reaccionar ante el veredicto.

“El país está esperando, Nicolás Maduro, que des la cara sobre las denuncias en el juicio por narcotráfico, que portaban pasaportes diplomáticos (refiriéndose a los parientes)”, tuiteó ayer en su cuenta.

El viernes, el jurado de un tribunal de Nueva York declaró culpables a los sobrinos de la pareja presidencial venezolana, detenidos durante una operación de la DEA (agencia antidroga estadounidense) en Haití en noviembre de 2015, por estar inmersos en el tráfico de drogas. La sentencia avivó las sospechas de la oposición que, en diferentes oportunidades, ha denunciado los posibles nexos entre el narcotráfico y altos funcionarios del Gobierno.

Julio Montoya, diputado de la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD), pidió al Parlamento abrir un debate sobre el caso, porque cree que se puede indagar en algunas evidencias expuestas en el proceso judicial contra Franqui Francisco Flores y Efraín Campos Flores. “La pluralidad de indicios es abrumadora”, dijo.

Cuando los sobrinos de Maduro fueron arrestados tenían pasaportes diplomáticos. En el juicio, el equipo del fiscal Preet Bharara no descartaba que el dinero procedente del narcotráfico podía tener fines políticos, pues el Gobierno venezolano necesitaba efectivo para neutralizar la campaña de EE. UU. en respaldo a la oposición frente a las elecciones parlamentarias celebradas en diciembre del año pasado. En julio, ambos acusados admitieron que sostenían negocios con las FARC.

Cilia Flores, quien además es diputada de la Asamblea Nacional, había señalado en enero que la agencia antidrogas estadounidense estuvo en Venezuela. “La DEA cometió delitos de secuestro que, en todo caso, la defensa se encargará de probar...” declaró entonces.

En EE. UU., al menos doce funcionarios son averiguados por sus presuntos vínculos con el tráfico de estupefacientes. El Departamento de Justicia imputó en agosto por narcotráfico al mayor general Néstor Reverol, una ficha del oficialismo, y Edyberto Molina, exdirector de la agencia contra la droga.