Paleta de colores de las piezas dentales.

Blancorexia: evite los excesos

Sin duda, lucir una linda sonrisa totalmente blanca es el deseo de muchas personas, ya sea porque en el ambiente laboral en donde se desenvuelven requiere una estética ‘perfecta o simplemente porque desean mejorar su sonrisa.

Sin duda, lucir una linda sonrisa totalmente blanca es el deseo de muchas personas, ya sea porque en el ambiente laboral en donde se desenvuelven requiere una estética ‘perfecta o simplemente porque desean mejorar su sonrisa. Y para lograrlo, acuden al famoso blanqueamiento dental, el cual publicitariamente promete dejar los dientes perfectos similares a los de las estrellas de Hollywood. Pero... ¿qué sucede si tras esa sesión la persona no queda totalmente satisfecha? Algunas deciden blanquear aún más sus piezas dentales acudiendo a otro especialista para que repita el tratamiento; y otras se aplican arbitrariamente diversos productos en casa (que no tienen aval científico) sin pensar en los riesgos que puedan presentarse, uno de los más frecuentes: la blancorexia.

¿Qué es?

La odontóloga Alejandra Alarcón explica que este término hace referencia “a la persona que manifiesta obsesión por los blanqueamientos dentales con el fin de conseguir un color 100 % blanco”.

Explica la experta que el color natural de los dientes es generalmente blanco amarillento y que con los procedimientos citados se logra aclarar, en promedio, solo hasta cuatro tonos. Es una utopía pensar que se puede obtener un blanco extremo de forma responsablemente y preservando la salud bucal. “Muchos comparan sus dientes con quienes tienen carillas (es otro tipo de trabajo dental), y por eso nunca están totalmente satisfechos”, analiza la odontóloga María Cristina Rodríguez.

Riesgos

Un año mínimo debe pasar para someterse a una nueva sesión de blanqueamiento, quienes lo hacen antes de ese tiempo corren el riesgo de sufrir problemas como:

-Alta sensibilidad al dolor cuando consume alimentos fríos o calientes. Se evidencia durante e inmediatamente horas después del blanqueamiento. Si es leve o moderada puede tratarse con un procedimiento a base de nitrato de potasio. Pero si es extremo y el dolor no cesa se procede a extirpar el nervio (mediante endodoncia).

-Desgaste del esmalte que recubre y protege los dientes. No tiene cura y como última opción para mantener la forma de la pieza, se procede a la reconstrucción con resina.

-Pulpitis (la inflamación de la pulpa dentaria) y la necrosis pulpar (muerte total del nervio, la cual hace que el diente se torne oscuro o totalmente negro) son riesgos irreversibles. El tratamiento requiere de endodoncia.

Forma correcta

Este procedimiento es totalmente estético (no funcional). Lo solicitan en igual proporción hombres y mujeres. Las especialistas acentúan que esta técnica debe realizársela en el consultorio odontológico, allí el experto aplicará peróxido de hidrógeno o carbamida (con un porcentaje máximo de 40%), químicos que al contacto con los dientes generan el aclaramiento. Se utilizan lámparas láser que actúan como fotoactivadores del producto, pero en realidad, no son indispensables, dice Alarcón, porque sin ellas, los químicos igualmente harán efecto.

Recuerde

-Para asegurar el éxito del blanqueamiento, el especialista primero debe hacer una profilaxis dental “o limpieza profunda para eliminar la placa bacteriana y sarro”, acentúa Rodríguez. Así, se preparan los dientes para que el químico que se aplique tenga mayor efectividad.

-Luego del tratamiento, mínimo los primeros 20 días, debe evitar el tabaco, chocolate, alimentos con pigmentos naturales (como la remolacha, zanahoria o naranja) y colorantes (como el café, jugos embotellados, té, vino).

-Apenas termine de comer, debe cepillarse (con pasta para dientes sensibles a base de potasio) y usar enjuague bucal. Si pasan más de tres horas sin el correcto aseo existe el riesgo de la formación de la placa bacteriana.

¿Opciones caseras?

Ni con la aplicación de bicarbonato de sodio ni de carbón activado se logra un aclaramiento ‘mágico e instantáneo. La doctora Alarcón rechaza estos y los demás ‘secretos caseros’ porque no existe un estudio científico que los avale. Además, son abrasivos y por eso, causan daños irreversibles como desgastar y agrietar el esmalte. Solamente están permitidos los tratamientos para hacer en casa, complementarios al blanqueamiento en consulta y bajo su supervisión del odontólogo.

¿Las pastas blanqueadoras funcionan? Rodríguez comenta que ayudan a mantener el resultado del tratamiento profesional, pero por sí solas no ofrecen beneficio alguno. Descarta que alimentos como manzana, apio y fresas actúen como blanqueadores naturales. Lo que sí se consigue al masticarlos es que dan una sensación de frescura en la boca.

Cifra

-70 % de las personas solicitan este tratamiento en las consultas. Fuente: especialistas entrevistadas.