Las autoridades municipales buscan mecanismo para que el uso de la bicicleta, que se ha convertido en un sistema de movilidad seguro durante la pandemia del coronavirus, se extienda a lo largo de Quito, cuando la ciudad pase a semáforo amarillo.

Una de las alternativas es que las unidades de transporte municipal (Trolebús y Ecovía) que cruzan la ciudad de norte a sur, movilicen un cierto número de bicicletas y a sus propietarios para que puedan hacer viajes más largos.

El objetivo es acercarlos a sus sitios de trabajo o zonas en las que se va a realizar alguna actividad que la pueden cumplir usando la bicicleta, de forma complementaria.

La medida se podría empezar a aplicar desde el 3 de junio, fecha para la cual el alcalde Jorge Yunda solicitó al Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional que la ciudad pase del color rojo al amarillo en el semáforo epidemiológico implementado por el COVID-19.

El objetivo, según la propuesta presentada por las autoridades municipales, es que el servicio de transporte público se reanude paulatinamente y de forma controlada para evitar aglomeraciones.

Esto implicará que las unidades de transporte metropolitano no puedan llevar pasajeros al 100% de su capacidad, sino al 30% del aforo, lo que dejará espacio para que se movilicen también bicicletas.

“Al existir mayor espacio dentro de las unidades se prestan las condiciones para poder transportar a los ciclistas”, dijo Fernando de la Torre del área de modos sostenibles de transporte de la Secretaría de Movilidad.

La capacidad de bicicletas que se podrían transportar en cada unidad dependerá del tipo y tamaño del bus. Los espacios asignados serán aquellos que no interfieran con el paso libre de los pasajeros.

En los últimos días se han hecho varias pruebas para determinar los sitios más adecuados de las unidades para la ejecución de esta propuesta y en los próximos días se dará mayores detalles sobre la operación.

Intento fallido

Esta no es la primera vez que el Municipio de Quito tiene una propuesta para transportar bicicletas en sus unidades, aunque las circunstancias son diferentes. En 2016 ya hubo un primer intento de facilitar la movilidad de los ciclistas.

En aquella ocasión, se instalaron portabicicletas en las partes frontales de 50 medios de transporte de la Ecovía y el Trolebús. Una de las limitaciones era que el desembarque de las bicicletas se podía hacer únicamente en las estaciones El Recreo, La Y, La Marín y Río Coca. El servicio no tuvo la acogida esperada.