En grúas o a empujones, así es como logran pasar los vehículos livianos por el tramo Babahoyo-Jujan, que lleva más de una semana anegado debido al desbordamiento de los ríos producto de la etapa invernal. Pero la novedad ya no sorprende a los moradores, debido a que cada año les toca lidiar con una creciente de igual o mayor magnitud.

Las riadas que se forman desde la piladora Ledesma llega un poco más arriba del canchón de la policía de tránsito. Ahí se ubica Hólger Del Rosario, quien por $ 15 y $ 20 ofrece el servicio de remolcar vehículos en su grúa para que lleguen secos al otro extremo. En el tramo afectado también están las personas que empujan a los carros con los motores apagados a cambio de unas monedas. Así, mientras el invierno deja severos estragos en algunos pobladores, otros tratan de sacar provecho ante una necesidad latente.

El fin de semana reciente empezaron a formarse las riadas en la vía E491 que conecta a Babahoyo con el cantón Montalvo. Allí el nivel es bajo aún, pero si la creciente va en aumento puede ocasionar accidentes como los reportados en años anteriores. 

Para la ciudadana Andreina Vera, urge que se tomen medidas a corto y mediano plazo para evitar las situaciones que se han vuelto repetitivas en el sitio. "Desde que tengo uso de razón, recuerdo que esta ruta se ha inundado. Recuerdo haber cruzado con mis abuelos estas rutas con el agua en el carro, recuerdo haberlo hecho luego con mis padres; y ahora soy yo la que vivo esa situación. Aquí hay una grave negligencia de las actividades. De todas: Prefecturas, municipios y el mismo Gobierno. Y es que todos debieron trabajar a tiempo para que esta situación no vuelva a ser nuestro calvario", señaló.