Es una carga que genera un pequeño costo fiscal pero una elevada factura política. Las pensiones vitalicias que reciben expresidentes y exvicepresidentes de la República serán modificadas en la Asamblea Nacional. Las bancadas coinciden en que es necesario un cambio aunque no hay un acuerdo de cómo se ejecutará dicha modificación.

Todos los legisladores consultados reconocen que el monto no es significativo para el Estado. Sin embargo, en época de austeridad, es el momento ideal para recortar todos los egresos cuestionables.

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La gota que derramó el vaso fue la confirmación de que el actual presidente de la República, Lenín Moreno, continúa recibiendo un pago mensual por su servicio como exvicepresidente del gobierno de Rafael Correa. La mayoría de asambleístas dicen que esa doble remuneración es cuestionable y debe ser eliminada.

Luego de saber que el Estado paga un poco más de un millón de dólares al año por pensiones vitalicias, los asambleístas creen que el primer mandatario no es el único que debe dejar de recibir un pago extra.

Héctor Muñoz, representante de SUMA, explica que las pensiones solo deberían llegar a personas que cumplieron de manera impecable su función y que terminaron su mandato. Eso, en la historia del país, estaría limitado a pocas personas.

No sería el único requisito. La pensión debería estar limitada a quienes no tengan procesos judiciales en marcha y peor aún a quienes enfrentan una sentencia.

Roberto Gómez Alcívar, de CREO, va más allá. “Hemos pedido al ministro de Finanzas que venga a la comisión a explicar exactamente nombre por nombre cuales son las [pensiones] que se pagan y los justificativos legales. No es dable que una misma persona cobre como exvicepresidente y expresidente al mismo tiempo ambas pensiones”, señaló.

Con él coincide la legisladora de Pachakutik, Encarnación Duchi. Para ella, hay que revisar y reformar la ley, sobre todo, porque algunos expresidentes huyeron “robando la plata del pueblo y salen premiados con las pensiones vitalicias”. Es indignante, agrega, que transfieran a terceras personas ese beneficio. Eso porque Pierina Correa cobra la pensión de su hermano, cuestionado por la justicia, Rafael Correa.