Aquiles Álvarez: con ruta trazada, pero sin claridad
Con un discurso cauteloso inauguró su gestión en la Alcaldía de Guayaquil. El cómo hará sus planes y las acciones a corto plazo, pendientes
Un camino opaco. El 14 de mayo de 2023, Aquiles Álvarez, quien fue posesionado en el Palacio de Cristal, en el centro de Guayaquil, trazó los objetivos de su administración municipal para los próximos cuatro años. Su discurso, aunque marcó un norte, también dejó dudas sobre cuáles serán los pasos a seguir.
Luego de tres décadas de hegemonía del Partido Social Cristiano en la urbe, de la mano del correísmo Aquiles Álvarez irrumpió en el tablero político local y, contradiciendo la tendencia histórica de la ciudad, ganó la Alcaldía de Guayaquil con alrededor del 40 % del apoyo de los guayaquileños.
Este escenario, según señala el analista político César Febres Cordero, explicaría la falta de contundencia en las declaraciones de Álvarez. “Siento que aún está formando un plan, tal vez de manera acelerada por los tiempos en contra”, añade y señala dónde se lo puede observar.
“Hay una línea delicada de lo que promete. Habló de seguridad y de aumentar policías, pero por más que sea un tema que la gente quiere escuchar, la competencia de los alcaldes en ese tipo de ámbitos es muy limitada. Puede que esté invitando a la gente a esperar más de lo que él pueda conseguir”, sostiene.
Siento que Álvarez aún está armando un plan acelerado por los tiempos que tiene en contra.
Sin embargo, a criterio del consultor político Camilo Severino, el discurso de Álvarez logró conectar con el principal problema de los guayaquileños, la inseguridad, aunque comparte que el nuevo alcalde no trazó compromisos concretos de cómo espera superar la difícil situación de la urbe.
Pese a ello, y sumado al compromiso de Álvarez de tener una gestión de calle, según añade Severino, marca una distancia con la administración saliente de Cynthia Viteri. “Hizo pequeños guiños a las anteriores gestiones socialcristianas que contaron con el apoyo ciudadano y se le atribuyeron grandes obras”.
Incluso, según añade Febres Cordero, la presencia de la exvicealcaldesa del periodo de Jaime Nebot, Doménica Tabacchi, tiene ese mensaje. “Agradeció su presencia y es una señal de que Álvarez quiere hacer un continuismo con ciertas cosas socialcristianas”, observa el analista político.
En ese sentido, agrega que se vaticina un giro de timón donde no se ataque al Partido Social Cristiano, sino a la gestión de Viteri. “Ella se va a convertir en un símbolo de a dónde no hay que volver, mientras que coopera con las viejas figuras del partido. Incluso dijo que trabajará con los concejales reelectos”.
Se conectó con las urgencias ciudadanas, pero no hay soluciones a corto plazo de estos problemas.
Por otra parte, continúa Febres Cordero, el discurso de Álvarez también tuvo la función de generar un relato que lo pueda proteger en caso de tambalear en los objetivos que trazó para su administración municipal. “Hizo hincapié en la situación financiera en la que recibe el Municipio de Guayaquil. Puede ser una advertencia de que no se le pidan muchas cosas porque no hay tanta plata”.
En su intervención, el nuevo alcalde de la urbe señaló que Cynthia Viteri dejó alrededor de 10 millones de dólares en caja, pero también una deuda que bordea los 210 millones de dólares. “No he venido a atacar a la alcaldesa que salió (…) pero esas autoridades saben cómo dejaron la ciudad”, advirtió Álvarez y quedó en contrastar las finanzas del Cabildo una vez que se siente en el sillón de Olmedo.
Estas declaraciones, así como la referente al mal estado en que recibe el servicio de transporte masivo de personas metrovía, según añade Severino, ayudan a la perspectiva de que hay un cambio de rumbo en el Municipio de Guayaquil. “Es algo importante porque Aquiles Álvarez de esta forma marca un punto de arranque” y de referencia respecto a la exalcaldesa.
En general, a criterio de Febres Cordero, la intervención de Álvarez deja certezas de cuál será la dirección que quiere darle a la administración municipal para los próximos cuatro años. Sin embargo, estima que las dudas surgen, en cambio, por la falta de concreción en los pasos que seguirá para cumplir con todo lo que se ha comprometido a hacer.
Seré un alcalde de territorio. Recorreré los barrios junto a ustedes, conozco sus problemas.
Pese a ello, según anota Severino, peor sería caer en el cliché de los logros en los 100 primeros días, como lo hizo el presidente Guillermo Lasso al inicio de su mandato. “Dijo lo que tenía que decir, con cada palabra medida, con una sonrisa tranquila de alguien que se siente seguro”. Y señala que las dudas que ahora proliferan deberán ser esclarecidas en su gestión.
LO DESTACADO DEL DISCURSO DE AQUILES ÁLVAREZ
- Sobriedad: Aquiles Álvarez manejó un lenguaje sencillo y se alejó de las consignas partidistas del correísmo.
- Conexión: Según el consultor Camilo Severino, Álvarez hizo bien al tocar la inseguridad en su discurso.
- Cercanía: El nuevo alcalde se comprometió a liderar una gestión que salga de la oficina y visite los barrios.
- Diagnóstico: Álvarez actualizó las cifras financieras del Cabildo, aunque dijo que las contrastará en funciones.
- Gobernanza: En su discurso, Álvarez destacó la disposición de diálogo con las autoridades del Gobierno.
- Conciliación: Álvarez se comprometió a trabajar de la mano con los concejales reelectos socialcristianos.
