Alerta a sicarios venia de policias

La ‘limpia’ llegó al Comando de la Policía de Manabí. Treinta y siete uniformados fueron desvinculados de la institución por presunta indisciplina; mientras que otros cinco fueron detenidos por supuesta vinculación a una peligrosa banda delincuencial, a la que se le atribuye unos cincuenta asesinatos.

Los últimos fueron esposados la mañana de ayer, cuando participaban en la formación del Destacamento de Policía de Pedernales, según informó la Fiscalía General del Estado.

La detención fue producto de una indagación fiscal que se abrió hace meses para investigar a redes de microtráfico de drogas y cerca de ocho casos de sicariato registrados en el cantón Pedernales. Tras los resultados de las pesquisas, la Fiscalía, en coordinación con la Policía, ejecutó el allanamiento de veinte inmuebles en el denominado operativo ‘Ciclón Pacífico’, que permitió la captura de 27 presuntos integrantes de una banda criminal conocida como los ‘Gatos secos’, a la que pertenecerían los cinco policías.

Según el ministro del Interior, José Serrano, los individuos eran el terror de Pedernales, considerada la estructura delincuencial más peligrosa que haya existido en los últimos 15 años en el país. Se les atribuye más de 50 asesinatos, incluidos los seis recientes en ese cantón.

“La mayoría de los ‘Gatos secos’ son familiares. La especialidad de estos sujetos era el sicariato y expendio de droga. Lamentablemente, existen dentro de este grupo cinco miembros directos de la Policía Nacional en servicio activo, que eran informantes de los delincuentes, según las investigaciones de la Dinased, Antinarcóticos y otros grupos élites que estuvieron a cargo de las indagaciones”, dijo Serrano.

Añadió que los policías involucrados tenían años trabajando en Pedernales y que “cuando se planificaba un operativo para capturarlos, ellos eran alertados por estos miembros policiales y todo el trabajo se iba abajo”.

Los ‘Gatos secos’ aparentemente eran muy temidos en Pedernales y operaban en otras partes del país. Seis de los detenidos son cabecillas, tres de los cuales son mujeres.

El día anterior, la cúpula policial y el ministro Serrano acudieron hasta los patios de la Unidad de Vigilancia Comunitaria de la avenida 4 de Noviembre de Manta para desvincular a 37 policías que prestaban servicio en repartos de varios cantones manabitas.

Según el secretario de Estado, ese grupo policial fue desvinculado por no cumplir con el reglamento interno de la institución. Algunos habrían participado como informantes de bandas especializadas en robo de vehículos, extorsión y otros delitos. Entre los desvinculados se encuentran sargentos, cabos primero y segundo.

En el recinto policial se realizó el acto simbólico y entrega de insignias, paletas y vestimentas, sin la presencia de los involucrados.

Los más de doscientos policías que estuvieron presentes en el acto dieron la espalda en el momento de la aparente desvinculación de sus compañeros, como muestra de rechazo ante la aparente indisciplina que habrían cometido.