El fin del estado de excepción causó lo que se temía. En Quito, el primer día del plan gubernamental denominado 'Yo me cuido' provocó circulación masiva de los ciudadanos. Hubo congestión vehicular, incremento en la demanda de atención al cliente y hasta aglomeraciones en las dependencias públicas que atienden al público. 

En los buses, que pueden ocupar hasta el 50 % de su capacidad, se registraron llenos por encima de ese límite. Lo mismo se evidenció en las paradas de transporte público y en las estaciones de medios municipales. 

En puntos específicos, pese a los pedidos que por la mañana hizo el alcalde de Quito, Jorge Yunda, se registraron aglomeraciones e incumplimientos a las normas obligatorias de bioseguridad.

El Municipio capitalino informó que hay 5.000 agentes controlando y realizando operativos para sancionar a quienes circulen sin salvoconducto y a las personas que no usen mascarilla. 

La desobediencia a las medidas de control para evitar la propagación del coronavirus se sumaron los reclamos contra las restricciones anunciadas por Yunda y el Municipio de Quito. Representantes de la Cámara de Comercio de Quito y propietarios de bares, discotecas y gimnasios también pidieron que se les permita trabajar tras seis meses de paralización.

Esos locales podrán abrir únicamente si existe un plan piloto de cumplimiento de medidas sanitarias. Yunda incluso visitó dos gimnasios que presentaron la documentación y ahora podrán operar con capacidad limitada.