
Con 99 años, el Partido Socialista repiensa su futuro político
En alianza con otros grupos políticos, sin casillero electoral, esperan fortalecerse
Al revisar el cuadro de organizaciones políticas habilitadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE), aparecen ADN, con un año de vida legal; CREO, con 13; Revolución Ciudadana, con 9 (aunque su origen está en Alianza PAIS, que surgió en 2006); el PSC, con 74; entre otras. El Partido Socialista Ecuatoriano (PSE) es el más antiguo. Conmemora su aniversario 99 de fundación.
Pero en Ecuador, el más viejo en el terreno político no es el más popular. El binomio presidencial de los socialistas se ubicó en el quinto lugar. Entre 16 candidatos (después de ADN y RC, que sumaron el 88,17 % de los votos) se llevó el 0,53 % del padrón y una ‘tarjeta amarilla’ por no haber conseguido el 4 % de votos válidos o colocado tres asambleístas. Con otra ‘tarjeta’ saldría del registro.
Gustavo Vallejo, de 55 años de edad, lleva 34 en el PSE, el cual preside. Resalta que luego de 33 años de no haber participado en elecciones generales con candidatos propios, el Partido Socialista colocó a Pedro Granja y a Verónica Silva. “Es el juego electoral. Se produjo un fenómeno entre correísmo y noboísmo, pero queda la imagen del partido en la papeleta”.
Pero en las seccionales del 2023, subraya Vallejo, los socialistas ganaron 17 alcaldías, 54 concejalías urbanas y rurales y 300 vocalías de juntas parroquiales. Adelanta que el desafío para los próximos meses será formar un partido o frente de izquierda con el grupo Somos Patria, de Verónica Silva; Foro Urbano, del exalcalde Augusto Barrera; Partido Comunista de los Jóvenes de Cuenca; y Unidos, de Pedro Granja. “Sí serán un vehículo electoral”, responde.
La voz de militantes históricos del Partido Socialista
La idea es seguir disputando espacios, como hace décadas. Manuel Salgado, de 81 años, es uno de los militantes socialistas más antiguos. En cuanto a resultados electorales, él vivió la mejor época de la tienda. Fue diputado e incluso vicepresidente del Congreso Nacional, entre 1991 y 1992. Como candidato presidencial en 1984, enfrentó a León Febres-Cordero y a Rodrigo Borja.
Salgado recuerda que en esas elecciones se logró que “un gran militante, Edelberto Bonilla Oleas, llegue al Congreso; fue vicepresidente y reemplazó en la presidencia a Averroes Bucaram”. También menciona a otro socialista, Enrique Ayala Mora, “destacado historiador”, que fue diputado en tres ocasiones, vicepresidente del Congreso y asambleísta constituyente.
¿Qué dicen los jóvenes?
¿Por qué con 99 años de historia, el PSE quedó detrás de organizaciones de menos de cinco años de fundación? El psicólogo Juan Camilo Yépez, portovejense de 26 años que preside la Juventud Socialista, responde que un problema fue la polarización entre correísmo y ADN.
Además considera que no han estudiado lo suficiente el populismo, que llevó a jóvenes a escoger a Daniel Noboa, al verlo como un Nayib Bukele (presidente de El Salvador). “Nosotros elegimos a un Granja, un académico disruptivo”.
Yépez anota que años atrás, los socialistas captaban al 13 % del electorado, pero en la más reciente elección ni el 1 %. “Nos afectó a todos los partidos. Salimos mejor que CREO, que tuvo presidente de la República”.
La necesidad de trabajar
Asimismo, el manabita admite que necesitan llegar a los jóvenes, que si bien pueden votar a los 16, “desde los 15 buscan trabajo, por lo mal que está la economía. Queremos que acudan a marchas o a talleres de educación política, cuando algunos, que viven en el sur de Quito, deben salir a las 07:00 rumbo a Carcelén, a sus trabajos. Estamos preparando un proyecto de emprendimiento”.
Doménica Estrella, estudiante de octavo semestre de Derecho, tiene 22 años y se unió a los socialistas hace tres. Se enganchó al poder aprender de Vallejo, Mora, Salgado, Elsa Guerra y conocer a figuras como Granja, Yaku Pérez e incluso Pedro Freile, dice.
Para Doménica, una dificultad es “no lograr hacer sombra a maquinarias electorales tan grandes como RC y ADN; la última no contó solo con el capital de los Noboa. Es complejo enfrentar a estos monstruos que han fracturado al país”.
El marketing político
En ese sentido, Elsa Guerra, quien lleva 17 de 38 años en el partido, a manera de anécdota cuenta que se endeudó para costear la campaña por un cargo. En las seccionales peleó por la Prefectura de Pichincha. “Ganó el marketing político. Pero el PSE aún es una opción. Es un partido que no es una empresa electoral, no vendemos puestos. A pesar de cumplir 99 años, nuestro eslogan es ‘la nueva política’, ya que creemos en la renovación, sin dejar de aprender de los ancestros”.
Salgado dice que se mantienen por su inserción en las centrales obreras, Confederación de Trabajadores del Ecuador, Ceosl y Cedocut, y por la interlocución con el movimiento indígena.
Cisma
La alianza con el correísmo que permitió, por ejemplo, que Guadalupe Larriva (+) sea ministra de Defensa, hizo que el partido se divida en dos alas.
Más de su alianza con el correísmo
- Andrés Campaña, concejal de Quito, es socialista. Señala que a las puertas del centenario, uno de sus desafíos cruciales es actualizar su programa político e incorporar debates contemporáneos y cotidianos, que interpelen a nuevas generaciones.
- En torno a alianzas con la RC, Campaña comentó que la renovación tiene que ser “claramente diferenciada de fuerzas hegemónicas de la tendencia, en particular el correísmo y su desgastada narrativa del llamado socialismo del siglo XXI”.
- Otro socialista que ha sido líder en el partido es Víctor Granda, quien fue legislador.
- La alianza con el correísmo, en el 2006, hizo que el partido se divida. Lejos se han quedado, por ejemplo, Silvia Salgado, quien como parte del acuerdo con Alianza PAIS presidió la Comisión de Fiscalización, por ejemplo. Y tenía más de 20 años en el partido.
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