Un aproximado de 833 muertes violentas se registraron de enero a diciembre del presente año en todo el país, según cifras del Ministerio del Interior.

Diego Fuentes, titular de esta cartera de Estado, mencionó que los datos representan un total de 1.000 muertos menos desde el 2012, año en el que las estadísticas de homicidios bordeaban los 1.900 casos.

“Podemos adelantar que este año hemos cumplido la meta de cerrar con una tasa de cinco casos por cada 100.000 habitantes. Estos datos estadísticos transforman la vida de los ecuatorianos... es una situación que no se la considera desde las cifras frías, si no desde cómo la convivencia social y pacífica se va consolidando en el Ecuador”, precisó Fuentes.

Pero del total de esta cifra, el 45 % de los asesinatos corresponderían a violencia criminal, es decir, muertes relacionadas a la seguridad (robos, disputas de territorio, ajuste de cuentas, sicariato, etc.). El 55 % restante serían por violencia social (femicidios, peleas entre vecinos, violencia intrafamiliar, etc.). Porcentajes que, según dijo el presidente Correa en su enlace sabatino del 3 de diciembre, implicarían “otra clase de estrategias”, dirigidas a disminuir las muertes por violencia interpersonal.

Uno de los últimos casos se registró cerca del mediodía del jueves, en el sector de San Andrés, en Chone (Manabí). Odilio Párraga, de 50 años, habría supuestamente asesinado a su esposa Carmen Jaramillo, de 42, para luego suicidarse con un tiro en la sien.

El hecho fue descubierto por su nuera, Adriana Soledispa, quien reside en la casa donde ocurrió el crimen. Ella contó a los agentes que la pareja estaba discutiendo desde temprano y que Odilio le habría pedido que salga a cobrar un dinero. Al regreso escuchó varios disparos y cuando entró, Carmen estaba en el piso. Adriana salió a pedir auxilio y escuchó otro disparo. Su suegro se había suicidado.