A cuatro meses de haber sido presentado en el Salón del Automóvil de Ginebra, el auto de producción más veloz del planeta: el Bugatti Chiron, tiene ya un costo en el mercado: $ 2,5 millones. Todo porque representa al modelo que alcanzará los 420 kilómetros por hora de velocidad máxima.

La marca francesa, hoy bajo el paraguas del Grupo Volkswagen, desarrolló un motor W16 sobrealimentado de 8.0 litros y 1.500 caballos de fuerza. Sí, leyó bien, será la potencia de 10 sedanes media/media-alta. La configuración de los cilindros es como si juntaran dos motores V8.

Su sistema de sobrealimentación está compuesto por cuatro turbos: dos de ellos trabajan en un rango bajo de vueltas, que gracias a un control electrónico le permite entrar en acción desde 0 a 3.800 rpm. Y a partir de allí empiezan a “soplar” los cuatro juntos.

Es en parte por esto que puede entregar los 1.500 caballos de fuerza a 6.750 rpm. Además, la fuerza de su motor, que se transmite a las cuatro ruedas, es de 1.600 Nm, disponibles en forma pareja entre las 2.000 y 6.000 rpm. La caja es automática de doble embrague y siete velocidades, reforzada para poder soportar semejante poderío.

Con todo este arsenal mecánico, Bugatti anunció unos valores de performance sencillamente escalofriantes: 2,5 segundos para el 0-100 km/h; 6,5 segundos para el 0-200 km/h y 13,6 para el 0-300 km/h.

La velocidad máxima es de 380 km/h en “condiciones normales”. Pero el Chiron tiene un modo Top Speed, que se activa utilizando una llave especial, con el que alcanza los 420 km/h. Lo que sigue resultando impresionante es que ese valor es con una limitación electrónica. Dicho de otro modo, este Bugatti tiene potencial como para ir más rápido aún pero la marca francesa no hace comentarios al respecto.

Se fabricarán solo 500 unidades y cada una costará unos 2,4 millones de euros, sin contar los impuestos. Un tercio de la producción ya está vendida.