Por las fotos de su vestimenta publicadas en las redes sociales, ayer fue identificado el cuerpo de César Javier Huayamave León. Él, cerca del mediodía del pasado viernes 13 de octubre, fue encontrado con tres disparos en su cabeza en unos matorrales de la ciudadela La Primavera, de la comuna Petrillo de Nobol, Guayas.

En menos de 72 horas, tres asesinatos se han registrado en esta ciudadela, donde la tarde del martes 10 de octubre también fueron acribillados Erwin Walter Vargas Gonzabay y un menor de edad. (LEA TAMBIÉN: "Cantantes, tiktokers e influencers: las víctimas del crimen organizado en Ecuador")

Cuando Vargas, de 44 años, conducía una moto negra de placa JK-690Z por esta ciudadela, desconocidos lo interceptaron y le dispararon en la cabeza y tórax. Su cuerpo sin vida quedó encima de la motocicleta.

Agentes de la Unidad de Muertes Violentas (Dinased) de la Policía terminaban ese procedimiento cuando fueron alertados de que diagonal a la casa comunal un adolescente de 15 años había sido asesinado. Recibió cuatros disparos en la cabeza y tórax. Al llegar a la escena del crimen, los uniformados la encontraron alterada. Los familiares del menor se llevaron su cuerpo a su vivienda, ubicada a unas ocho cuadras de donde fue asesinado el motociclista. (TAMBIÉN LE PUEDE INTERESAR: "Las calles de Playas se tiñen de sangre con más sicariatos")

Peritos de Criminalística recogieron ocho casquillos que habían sido disparados en la ciudadela La Primavera. Las autoridades confirmaron que Huayamave León residía solo en el recinto Puente Lucía de la parroquia Pascuales, en Guayaquil. Sus familiares manifestaron a la policía que desconocen qué hacía por el este de Nobol.

Las balaceras de las últimas horas han hecho que varias familias abandonen sus hogares en esta ciudadela, que para la Policía Nacional es muy conflictiva, siendo calificada como zona caliente.

“Ya 12 vecinos se han ido de La Primavera. Toda mi familia y yo en las próximas horas también nos iremos a otro cantón. Aquí no se puede vivir en paz, la gente ya no aguanta más violencia”, recalcó Juan, quien durante 15 años ha residido en este sector.

Mientras que Hilda aseveró que los problemas en esta ciudadela se deberían a la pelea de tres bandas delictivas dedicadas a la venta de droga, robos y extorsiones. Según ella, los miembros de agrupaciones delictivas se enfrentan a cualquier hora del día y llevan a personas de otros sitios para asesinarlas.

El capitán Pablo Altamirano Gil, encargado del distrito policial, confirmó a EXPRESO que en los tres asesinatos no se robaron nada. Fueron muertes selectivas, bajo la modalidad de sicariato.

Añadió que “las muertes de Vargas y el menor de edad tienen la misma relación y (ambos) no registran antecedentes. Estamos investigando estos hechos violentos para determinar su motivación”.

El detalle

Angustia. Los moradores de la zona han expresado la angustia que viven por el incremento de muertes violentas en el sector. 

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