Al robo se suma la falta de gestión por parte de la Policía y el ECU-9111 y como resultado se obtiene más inseguridad en un barrio de la capital.

La noche del viernes 27 de enero, a las 20:00, los comensales de un local de comida mexicana, ubicado en Ponceano, fueron asaltados por un grupo de motociclistas. Eran dos ecuatorianos y un venezolano, quienes portaban revólveres. Según los testigos, obligaron a la gente a entregar sus teléfonos y las contraseñas. “Fueron como ocho teléfonos que se llevaron. A mí me apuntaron con el revólver en el estómago”, contó una víctima. Con esta información accedieron a los bancos y se robaron parte de los ahorros.

A las 20:34, un grupo de jóvenes que caminaba por el parque de la calle Manuela Quiroga fue asaltado por los mismos motociclistas. Se les llevaron los celulares.

Un testigo dijo que los delincuentes se movilizaban en motos sin placas y que como uno de los teléfonos tenía rastreador lo ubicaron en el sector del Itchimbía, a unos 7 kilómetros del robo. “Vimos que estaban ahí como media hora y llamamos al 911 y a la Policía, pero nos decían que no nos pueden ayudar, que debemos acercarnos a la UPC del Itchimbía y ahí solicitar ayuda”, contó una víctima.

La ayuda nunca llegó y los maleantes hoy siguen libres. Los vecinos piden más atención por parte de la Policía. En cambio, desde la UPC de Ponceano Bajo se indicó que solo hay dos vehículos para atender las emergencias y que no alcanza, pues los viernes hay problemas de libadores, escándalos y violencia intrafamiliar.