Mito desmentido. Superar la revisión técnica vehicular en los cantones aledaños a Quito no es más fácil. Hay un reglamento emitido por la Agencia Nacional de Tránsito que establece los umbrales para las valoraciones sobre frenos, gases, visuales y demás elementos que se verifican en los vehículos, antes de aprobarlos para la matrícula anual.

Sin embargo, los quiteños siguen apostando por viajar a otros cantones para cumplir con este requisito. La motivación principal es la falta de turnos en los campos capitalinos, pero también existe ese imaginario de que todo es más sencillo en estos lugares.

Así lo reconoció Alejandro Saavedra, quien acudió ayer hasta el cantón Rumiñahui. “Sí hay más facilidades para obtener el turno y aquí, en el mismo edificio, se pueden cumplir todos los trámites, pero también te lleva todo el día”, dijo.

Su auto recibió el visto bueno. Su principal preocupación eran los gases, pero salió sin problema. “Tienen las mismas máquinas de Quito, no es al ojo, como decían muchas personas”, concluyó.

Para Edison Montesdeoca fue la experiencia agridulce. Tomó el turno sin problema y aprobó la revisión, pero en las ventanillas tuvo que esperar más de dos horas para la revisión de documentos. “Parecía que me alzaba temprano, pero creo que tengo para un par de horas más”, lamentó.

No les fue bien a todos. David Rojas fue con su taxi y no pasó. En lo técnico recibió el visto bueno, pero en este lugar existe una normativa extra que prohíbe sellos de equipos de fútbol, frases o refranes en las cajuelas de transporte público y comercial. Él tenía el sello de Independiente del Valle. Tuvo que sacarlo para aprobar.

Santiago Salazar, director de movilidad y transporte del Municipio de Rumiñahui, explica que este año han experimentado un incremento de hasta el doble en revisiones diarias.

En el primer semestre del año no hubo esta posibilidad en Quito, por lo que en Rumiñahui aumentó la demanda de 90 a 180 vehículos por jornada. Cuando se habilitó en la capital bajó un poco la demanda, pero ahora nuevamente creció, ante todos los problemas que existen en distrito metropolitano.

“Hay malestar en la ciudadanía de acá porque no pueden obtener un turno. Antes habilitábamos la web los viernes para sacar esos turnos hasta la próxima semana, y a veces tenían para ese mismo día, pero ahora hay problemas”, aceptó.

Antes, los vehículos debían pasar la revisión en la misma ciudad que circulaban con frecuencia, ahora ya se acepta la matriculación en otros centros. De todas maneras, todavía quedan algunos pendientes.

“Me pasó. Cumplí los trámites aquí, en Rumiñahui, pero en la página de Quito salía con deudas pendientes de años anteriores. Ya se está arreglando ese problema y están anulando esas deudas. Era ilógico”, contó Salazar.

Él aceptó que existe ese imaginario social sobre los centros de los cantones cercanos a Quito, pero insistió en que hay una misma norma para todos. “Los requerimientos técnicos son los mismos, inclusive nosotros tenemos otras normativas y se llevan algunas sorpresas, pero en general se inclinan por venir porque pueden hacer todo en este mismo lugar”, agregó.

Pero, igualmente, acepta un problema real. “Hay personas que alquilan llantas para pasar la revisión, salen y luego ponen las viejas y se vuelven un peligro real. Después quieren relacionar algún lío con el centro de revisión”, concluyó.

En Rumiñahui está prohibido que existan mecánicas junto al centro, pero es frecuente mirar a enganchadores acercándose a las personas para ofrecerles una revisión de gases, alquiler de plumas y todos los artículos que necesitan para recibir el visto bueno. Es un ambiente similar al quiteño, aunque con mesura.