Quito

Estación Bici-Q Quito
Deterioro. Las estaciones y la infraestructura de soporte del sistema Bici-Q están descuidadas, vandalizadas y en algunos casos sirven hasta de botadero de basura y parqueo de 'scooters'.Gustavo Guamán

Quito: el proyecto Bici-Q está abandonado

El programa de bicicletas urbanas, que cerró durante la pandemia, todavía no se ha reactivado. Desde la Secretaría de Movilidad no hay respuesta

El primer sistema de bicicleta pública que tuvo el país se detuvo con la pandemia, como el mundo entero. Bici-Q, al igual que todos los ecuatorianos, tuvo que poner en pausa sus servicios debido al confinamiento que duró siete meses y del que luego derivarían reglas que todavía restringían la circulación.

Sin embargo, el panorama actual de la ciudad puja hacia la reactivación con la recuperación de los sectores económicos y la vuelta al trabajo y clases presenciales. Para algunos usuarios el sistema Bici-Q era un aporte de la ciudad a su movilidad personal.

“Ya me había acostumbrado al sistema, todos los días salía en la tarde, pero ahora es difícil porque lo sacaron. El Municipio debería invertir en reactivarlo, pues le haría la vida más cómoda a los ciclistas”, opina Jeremy Cedeño. Ha pasado un año y siete meses desde que él no puede usar el servicio y ahora ha tenido que comprarse su propia bicicleta.

Actualmente la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) custodia los bienes que permanecen guardados en un galpón en el Parque Bicentenario. Allí envejece un parque de bicicletas de las cuales solo se utilizan 70 de las flota eléctrica.

  • 543 bicicletas forman parte de las existencias que posee la Agencia Metropolitana de Tránsito en sus bodegas. Solo 70 se usan.

Al ser consultada por EXPRESO, la AMT detalló que ha solicitado en dos ocasiones la emisión de las directrices a la Secretaría de Movilidad para determinar el nuevo rumbo del sistema de Bicicleta Pública. Este Diario también consultó con Movilidad en varias ocasiones, pero después de varios mensajes vía WhatsApp y un correo electrónico, respondieron que se encuentran en una etapa de “transición de autoridades”, una respuesta que se ha mantenido durante ya tres semanas.

En años anteriores, en la alcaldía de Yunda, se planteó la automatización del servicio, pero el proceso de contratación de un operador se cayó al menos en tres ocasiones, según relata Sofía Gordón, quien fue integrante de la mesa interinstitucional de Movilidad Sostenible.

“El servicio inicialmente era muy bueno, pero con el alcalde Rodas se vino abajo. Las bicicletas estaban mal mantenidas. Un par de veces me quedé varado ya sea por una llanta baja o porque la cadena se atascaba”, indica el ciudadano Danny Guerra.

El proyecto Bici-Q inició en 2012, en la administración del exalcalde Augusto Barrera con una inversión de 1’080,000 dólares. Y fue durante la administración de Mauricio Rodas cuando se adquirieron las bicicletas eléctricas, pero sin un plan que contemple de qué manera se podría cargar su batería, algo que según Gordón representó un desafío para el sistema.

Al momento la AMT no cuenta con instrucciones que le permitan dar un rumbo al proyecto y pese a que la Secretaría de Movilidad intentó delegarle la administración de las bicicletas públicas, esta fue declarada ilegal en 2018 por la Procuraduría Metropolitana.

El sistema Bici-Q al momento se encuentra descuidado, con sus instalaciones deterioradas que requerirán una fuerte inversión municipal para volver a funcionar. Desde el silencio las bicicletas y los ciudadanos, aguardan.

Deterioros

El sistema de bicicleta pública de Quito ha permanecido suspendido desde marzo de 2020, cuando la pandemia de la COVID-19 obligó a un confinamiento de la población. Ahora, esas estaciones sirven de botadero de basura para los transeúntes imprudentes. Se observa también deterioros en la infraestructura que sostenía las bicicletas. Los quioscos, asimismo, han sido vandalizados y su aspecto denota abandono y falta de atención.

Basura Bici-Q Quito
Basura. Las estaciones ahora sirven de botadero de basura.Gustavo Guamán

Otros usos

De la flota de 300 bicicletas eléctricas que se adquirieron durante la administración de Mauricio Rodas, solo 70 funcionan y son usadas por funcionarios de la Agencia Metropolitana de Tránsito en sus patrullajes. Son en total 543 bicicletas (contando las que no reciben asistencia por batería eléctrica), las cuales permanecen sin uso en un galpón del Parque Bicentenario. Allí, la AMT espera por directrices para darle un rumbo al sistema Bici-Q.

Bicicletas AMT - Quito
Tránsito. Funcionarios de la AMT utilizan una pequeña parte de la flota de bicicletas eléctricas.René Fraga

Alternativas

Ante la carencia de un servicio de bicicleta pública han surgido opciones privadas como los ‘scooters’. Algunos de los equipos incluso se han situado cerca de lo que anteriormente eran estaciones de Bici-Q. Es el caso de Hop Scooter que ofrece monopatines eléctricos a los que la población puede acceder registrándose con una tarjeta de crédito o débito. Este tipo de transporte alternativo está presente en ciudades como París y Los Ángeles.

Scooters Quito
Opciones. Los monopatines eléctricos se han vuelto una opción de peso para circular en la capital.Gustavo Guamán

Una ciudad cuyas ciclovías han crecido

Parece contradictorio pensar que las ciclovías y la cantidad de ciclistas ha crecido, pero el proyecto de bicicleta pública que debería incentivar las movilidades alternativas no está contemplado (al menos no explícitamente, ni cuando este Diario ha preguntado) en los planes de la nueva administración del Cabildo quiteño.

Según el último reporte de la Empresa de Movilidad de Obras Públicas (Epmmop), en septiembre de 2021 se movilizaron entre 1.800 y 3.000 ciclistas en los circuitos del norte, mientras que al sur se desplazaron 1.400 ciclistas. Esta cifra no contempla los recorridos dominicales donde el número aumenta. Las cifras son similares a las reportadas en febrero de 2021, lo que indicaría una estabilidad en la cantidad de personas que usa bicicleta como medio de transporte. Además, se ha detectado un uso cada vez más extenso de patinetas eléctricas. Según el Cabildo, el incremento es una consecuencia directa de las secuelas que dejó la pandemia.

El bolsillo y la salud se alivian usando la bicicleta, es una forma mucho más sana de moverse.

Christian Ayala, panificador y ciclista

Entre los beneficios que citan los usuarios sobresalen la salud y la economía. “Me he dado cuenta de que no tengo tiempo para hacer ejercicio, por lo tanto decido utilizar mi bicicleta para transportarme al trabajo”, argumenta Danny Guerra.

Hay quienes incluso se atrevan a mencionar que si existiera un sistema de bicicleta pública suficientemente eficiente hasta dejarían de usar automóvil.