“Los bosques originarios son parte de nuestra historia. No vamos a dejar que los destruyan con casas y edificios”, señaló Juan Toapanta, uno de los dirigentes de San Pedro de El Tingo.

Al igual que él, otros líderes comunitarios de diez parroquias, todas ubicadas en las faldas del volcán Ilaló, se han unido para pedir un cese a la construcción y el inicio de un plan integral de reforestación y de desarrollo del ecoturismo.

El plan no es nuevo, se planteó hace nueve años tras que una serie de incendios arrasó con la vegetación nativa del volcán, pero hubo pocos avances, como los explica Nancy Simbal, dirigente de Toglla.

“Nos prometieron cosas que no se cumplieron, pero ahora necesitamos que haya un compromiso verdadero. No queremos que el Ilaló se convierta en una zona como El Panecillo que quedó casi deforestado. Hay una franja ambiental para la construcción que debe respetarse”, estableció.

A la iniciativa se sumó el Cabildo que este mes hará análisis para el desarrollo de proyectos ambientales, de vialidad, turismo y emprendimientos.

Acorde con los resultados, se determinarán los presupuesto y las fechas de intervención.

Pero para los residentes esta solo es la primera parte, pues esperan que otras entidades, como la secretaría de Ambiente y Agua se involucren.

“Una necesidad urgente que tenemos es el acceso al agua, porque las fuentes naturales se han secado. Queremos que esto sea una prioridad”, agregó la dirigente barrial.