A través de un memorando, con fecha 11 de junio del 2021, el alcalde de Quito, Jorge Yunda dio por terminado el contrato de Gabriela Obando, supervisora de la Agencia Metropolitana de Control (AMC).

La salida de la funcionaria se da luego de una polémica con la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF). El jueves, la entidad deportiva hizo pública una denuncia por un supuesto abuso de autoridad por parte de la AMC durante el partido Ecuador-Perú, que se realizó en el estadio Rodrigo Paz, en el norte de Quito.

En ese documento, la FEF dice que Obando y otros cinco funcionarios ingresaron al estadio sin cumplir con el proceso de acreditación que exige la Conmebol. El organismo aseguró que la Supervisora y su equipo “procedieron a ocupar los asientos en una suite destinada para invitados”, y que cuando se le pidió que desocupara la funcionaria amenazó con “clausurar el evento deportivo privado por supuestos incumplimientos”.

Obando dio una rueda de prensa la mañana de este viernes para explicar lo ocurrido. Negó que hubiese pretendido clausurar el partido de las eliminatorias al Mundial. Dijo que la inspección en el estadio tenía como objetivo vigilar que se cumplieran las medidas sanitarias que rigen en la capital durante la pandemia. Según ella, tras la inspección se levantó un informe con incumplimientos. Por ejemplo, según Obando, el partido no tenían la Licencia Metropolitana Única para el Ejercicio de Actividades Económicas (LUAE) al momento de la inspección y no contaban con medidas de bioseguridad.

Además, dijo que su ingreso a los palcos fue porque había una lista de invitados VIP que quería verificar. “Están mintiendo y tratando de engañar a la ciudadanía confundiendo al control con abuso, control del que al parecer el fútbol ecuatoriano ha estado exento y cuando se les pide realizar una inspección dicen ser intocables”.

Tras la salida de la Supervisora de la AMC, queda como encargado el abogado Santiago Enríquez Castro.