Es hora de sacudirse

Este lamentable hecho en Nueva Prosperina no puede convertirse en parte del paisaje diario. Sin seguridad no hay progreso. Sin seguridad no hay bienestar. Sin seguridad no hay libertad

Ni un retén policial es seguro. Delincuentes balearon una Unidad de Policía Comunitaria en Nueva Prosperina, dejando gravemente herida a una joven oficial que se aferra a la vida, sin que un hecho tan perverso termine de estremecer las fibras más profundas de la sociedad.

La delincuencia organizada envía un claro mensaje con este atentado, no solo a la Policía sino también a los ciudadanos: no hay zona segura. Si esto no conmueve, no sacude, no alienta a las autoridades y a los ciudadanos ahora, posiblemente nada lo hará. La Policía Nacional clama por el respaldo del Gobierno y de los ciudadanos, pero uno que pase del discurso a los hechos. Uno que se evidencie en más recursos económicos, en más insumos, en más coordinación y menos pugnas entre autoridades nacionales y locales sobre quién dio más o quién dio menos.

Este lamentable hecho en Nueva Prosperina no puede convertirse en parte del paisaje diario. Sin seguridad no hay progreso. Sin seguridad no hay bienestar. Sin seguridad no hay libertad.

Las autoridades deben empezar a trazar una guía efectiva y endurecer la mano, sin contemplaciones, en contra del crimen organizado. El miedo no puede ganar la batalla.