Editoriales

Los héroes del año

Un saludo afectuoso a los que sin medalla y sin reconocimiento hacen su aporte al bienestar común. A veces con grandes misiones como salvar vidas o defender a los indefensos. Y a veces solo con simple civismo y cortesía

Todo el mundo habla rápido cuando hay que señalar lo que está mal o lo que se hace mal en el país. Pero cuesta unos minutos acordarse de los destellos, de lo que alumbra los momentos de desesperación. Ecuador tiene un sinnúmero de héroes. Son anónimos. Nadie los señala. Son todos los que pelean por salir adelante.

A veces, su misión es congratulada con reconocimiento. A veces, pero solo en el mejor de los casos, genera un cambio tan determinante para bien que justifica todo el sacrificio. Pero a veces no tiene repercusión. Son simplemente ciudadanos que hacen el bien por hacerlo, con la convicción y no con la evidencia, de que hay que llevar el civismo por bandera aunque solo sea para poner un granito.

Un saludo afectuoso este año a los héroes anónimos que caminan entre todos. A los que logran grandes cosas, salvan vidas, salvan animales, salvan el planeta y defienden a los débiles. Pero también a los que ceden el paso a los peatones, a los que dan las gracias, a los que sonríen a sus pares, a los que van un día a la vez haciendo la acción buena del día. Quizás no se ve. Y quizás no haga falta que se vea. Lo importante es que existan y no se rindan en su contribución a la sociedad.