Editorial | Urgen soluciones viales definitivas

Los ciudadanos no pueden seguir pagando por la ineficiencia de los gobernantes actuales

Los constantes problemas viales son el resultado de años de negligencia, falta de previsión y de una arraigada corrupción que ha mermando gravemente los recursos destinados a la infraestructura pública. Los últimos incidentes en las vías Cuenca-Molleturo y a la Costa, que dejaron a numerosos viajeros atrapados, no solo evidencian la urgencia de una solución inmediata, sino que también resalta la continua ineficiencia que caracteriza a la gestión pública.

Las consecuencias de estas deficiencias no se limitan a la mera frustración o al inconveniente temporal; tienen un impacto directo y duradero en el tejido económico. Los problemas viales no solo disuaden a los visitantes potenciales, desmotivándolos de viajar, sino que también ponen en peligro la viabilidad económica de las comunidades que dependen del turismo.

Es imperativo que el Ministerio de Obras Públicas y las prefecturas, entidades encargadas de la administración de la red vial nacional, adopten un enfoque más riguroso y comprometido hacia la planificación y ejecución de obras necesarias para garantizar la estabilidad y la expansión de la infraestructura vial. La falta de acción es inaceptable y resulta insostenible, pues retrasa el desarrollo nacional y compromete la seguridad y el bienestar de los ciudadanos.