Editorial | Cooperativas y el reto de transformarse
La Ley de Integridad Pública se presenta como una puerta abierta hacia ese cambio necesario
Todos los ecuatorianos deberíamos estar conscientes de que el sistema cooperativo del país requiere un fortalecimiento integral, no solo mediante mejores niveles de capitalización, sino también a través de un control efectivo, el cual ha escaseado en los últimos años en este sector vital para la economía nacional.
La Ley de Integridad Pública se presenta como una puerta abierta hacia ese cambio necesario, planteando la posibilidad de convertir ciertas cooperativas en bancos. Sin embargo, este es un cambio que requiere meticulosidad y prudencia, pues el sector cubre más del 70 % de la demanda de microcrédito del país.
Las cooperativas han expresado ciertos reparos a este cambio, solicitan ser escuchadas y que se respete la voluntad de los más de seis millones de socios que forman parte de un modelo que, incluso con carencias e ineficiencias, ha sostenido un sistema asociativo con sus aportes económicos. Cualquier modificación estructural, urgente en este mercado, tiene el desafío de hallar un equilibrio entre la modernización y la preservación de los principios que han permitido la inclusión financiera de sectores a los que no ha llegado el sistema bancario formal.
La adopción de mejores prácticas internacionales y tecnologías será clave para garantizar su evolución y sostenibilidad.