Quien nos convirtió en un narcoestado merece una sanción que solo puede constar en una nueva Constitución. Y hay que hacerla ya: “Valores. Son valores fundamentales del ordenamiento jurídico ecuatoriano: a. El Bien común. El bien común y el bienestar general son los objetivos primordiales del poder público. 

Quienes de cualquier forma lo utilizaren en beneficio personal o de terceros, perjudicando el interés colectivo, serán enjuiciados por traición a la patria e inhabilitados para el ejercicio de cargo público alguno. b. Constituye deber primordial del Estado la protección de la sociedad frente a la delincuencia. 

Sin perjuicio de la debida tutela, el bien común y el bienestar general prevalecerán sobre los derechos individuales de los delincuentes. c. Precepto de excepción. En caso de que la acción de los gobernantes hubiere producido daños sociales de tal magnitud que afectaren el bienestar general de acuerdo con los delitos establecidos en el literal d), los derechos individuales cederán ante el bien común y no se aplicará el principio de irretroactividad de la ley para que estas acciones puedan ser perseguidas y juzgadas en forma retroactiva. d. Derecho a la verdad del pueblo ecuatoriano. 

Se proscribe el engaño colectivo, la mentira y la manipulación de la verdad por parte del poder público y sus autoridades. Quien manipulare las normas jurídicas en perjuicio del bienestar colectivo, será sancionado con cadena perpetua. La legislatura tipificará las infracciones. e. 

La Condena del terrorismo y el narcocrimen. El Ecuador es un territorio de paz que condena toda forma de terrorismo, narcocrimen y la adhesión a cónclaves ideológicos extranjeros que los promuevan. La violación de este precepto por parte de quien ejerza el poder público o cualquier otra forma de relación del Gobierno o de las agrupaciones políticas con dichas actividades, dará lugar al enjuiciamiento penal por traición a la patria y el impedimento de participar en las elecciones, de acuerdo con lo dispuesto en el lit. b) de esta disposición”.

Solo así se podrá castigar el habernos convertido en un narcoestado.