El libro 1421: El año en que se descubrió América, escrito por Gavin Menzies, sugiere una teoría controvertida según la cual los chinos descubrieron América antes que Cristóbal Colón.

De acuerdo con el libro, en el siglo XV una flota de China liderada por el almirante Zheng He navegó a través del océano Pacífico y llegó a América, estableciendo contactos comerciales y culturales con los pueblos indígenas. Al ver los rasgos faciales de gran parte de los habitantes de territorios latinos podemos encontrar prototipos de ojos rasgados en nuestra gente, desde la Patagonia hasta México.

Menzies menciona mapas antiguos chinos que introducen a América antes de que en Occidente se supiera de la existencia de este continente. El libro es criticado por parte de algunos historiadores, quienes argumentan que las evidencias presentadas son insuficientes para sostener la teoría.

China de forma muy silenciosa ha invertido en los últimos años miles de millones de dólares en la región. Ya se cuentan unos 21 países entre Centro y Sudamérica que han suscrito la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China (BRI), lanzada en el año 2013, que vale la pena consultar para estar al tanto de una economía globalizada. En cuanto a préstamos, se tiene que los bancos chinos han venido prestando dinero a gobiernos latinoamericanos. Por su parte las empresas chinas han invertido por estos lados en energía, minería, puertos e infraestructura. El comercio de bienes entre América Latina y China creció exponencialmente del año 2000 a 2021.

Un ejemplo de cómo la moneda china gana terreno se puede observar en el yuan como moneda dura en las reservas de los bancos centrales de Sudamérica. En Brasil pasó a ser la segunda moneda más importante en el Banco Central. En Argentina, aunque no resulta ser un ejemplo económico, fueron pasadas gran parte de sus reservas al yuan. En Perú, dentro del mes de abril, una compañía China llegó a un acuerdo para comprar a dos proveedores de energía, lo cual le daría una posición de dominio en ese mercado. De la misma manera se pretenden construir, con capital chino, puertos de Chancay, en cercanías a Lima.

Bajo la óptica geopolítica, cinco países han abandonado lazos con Taiwán a favor de China. Recordemos que existe una gran tensión mundial entre Estados Unidos de América y China por el poderío de Taiwán.

Por último, está el BRICS, un bloque de países emergentes que tiene grandes ambiciones económicas de la cabeza de India, China, Sudáfrica, Brasil y Rusia. En los últimos días Uruguay pide pista para unirse al nuevo Banco de Desarrollo del BRICS, con sede en Shanghái.

China, independientemente de su sistema político, resulta ser hoy en día un país con una billetera muy importante para ser un aliado comercial y así está siendo visto por Europa, Japón y hasta por Estado Unidos de América. No podemos quedarnos por fuera de esa foto económica y le hablo a los empresarios. Hoy China es un importante socio comercial de América del Sur.

No soltar la vista hacia Estados Unidos de América. Pero mirar como compradores a los chinos. Una tajada de ese dinero para Ecuador.

En los planes de gobierno de las votaciones que vienen deben quedar muy claros los caminos propuestos por los candidatos acerca de la política económica que pretenden adoptar respecto del apoyo a empresarios para exportar productos ecuatorianos a estas dos economías mundiales que se pelean por nosotros. No es personal. Son negocios.