Deshumanizar al prójimo ha sido la estrategia para poder ejecutar sucesos de horror en una sociedad y convertir a personajes siniestros en políticos inmunes de toda justicia terrenal. Ejemplo: Hitler, Nicolás Maduro y otros tantos revolucionarios del llamado socialismo del siglo XXI, creado por Hugo Chávez quien, como dice Rafael Luciani, teólogo y profesor del Boston College, instauró un régimen en el que “no aceptaba deliberaciones ni disidencias”.

Su modelo, ejército-caudillo-pueblo se sostuvo por la inmensa riqueza del petróleo, lo que le permitió la implementación de las llamadas “misiones”, que beneficiaron a los sectores populares, pero no los transformó en verdaderos sujetos libres del proceso de cambios sociales que se necesitaba. ¿Por qué no lo hizo? En primer lugar, impuso un pensamiento único y excluyente; segundo, practicó la ideología militar que solo acepta relaciones de lealtad absoluta; y, adoptó el modelo político revolucionario asesorado por Cuba.

¿Quiénes son los políticos de esta ideología? Pues bien, ellos, al igual que Maduro, llevarán a sus países, en caso de que tengan poder político, al escenario siguiente. Escenarios que no son opinión, son hechos reales. ¿A qué me refiero?

Me refiero a que Naciones Unidas determinó que en Venezuela se cometieron crímenes de lesa humanidad, y que entre ellos sobresalen dos tipo de torturas: la llamada “crucifixión”, que consiste en colocar los brazos extendidos y esposados a un tubo o rejas; y el “pulpo”, colocando un cinturón de metal con cadenas para inmovilizar las muñecas y los tobillos. Este infierno ha sido registrado desde Chávez hasta hoy.

¿Qué le pasó a la gente en Venezuela que provoca, que es cómplice o que no quiere mirar estos crímenes? Nada más que perdieron la capacidad de asombro y empezaron a percibir esto como algo normal.

Ahora bien, ¿cree usted que el Ecuador tenga gente así de deshumanizada, y de ser así, qué político o candidato representa esa ideología en nuestro país? ¿Tiene claros esos nombres?