En el artículo del 7 de enero referí los aportes teatrales del gran artista Jaime Tamariz con una obra oportuna para niños/jóvenes en el dramático diciembre. Su producción de Navidad lleva 8 años, expresándome: “Estamos muy agradecidos con el público de Guayaquil... En esta ocasión nos llamó mucho la atención la respuesta, en especial la de los niños. Su conocida capacidad de interactuar con la escena se desbordó en una ola de energía que lo atravesaba todo. Fue una experiencia mágica, donde los niños jugaban con nosotros (más de 70 personas artistas y técnicos) devolviéndonos la palabra, y así de alguna forma reescribiendo la historia. Gracias por venir a jugar con nosotros” .

Marina Salvarezza opina que ha sido uno de los mejores montajes navideños de Tamariz. Ella, directora, actriz de teatro y docente consagrada, siente que con el guion logró una transformación valórica y conceptual muy contemporánea con los principales personajes.

“Blancanieves no vive con la Reina Mala porque esta prácticamente la botó del castillo desde que era niña, vive con una nana y con dos amigas muy queridas…”. “La gran diferencia con respecto a la fábula es que los siete enanos tienen un papel muy importante en la defensa de Blancanieves, en contra de la Reina Mala que se llama Malva (malvada)”.

“Ellos son independientes... cada uno tiene su profesión… dueños de casa y esconden a Blancanieves… Ella no es la típica niña que se fija en la belleza o que espera un príncipe… Al contrario, quiere trabajar y ser independiente.

Su discurso a las ahora Personas de baja estatura es: “Todos somos iguales y todos lucharemos para un mundo mejor”. Digamos que esta es la vertiente más importante de la obra.

La música es fantástica, con un rap lindísimo, que dice “a nosotros nos miran siempre como diferentes pero somos iguales a la gente…”.

Auspiciaron Village Plaza y CityMall con ocho funciones, una para fundaciones, vendiéndose 5.123 entradas.

¡Bravo!