Tristeza

"El exministro, lanzado a la estratósfera a los 19 días de gestión incolora, fue incapaz de ordenar la vacunación..."
Entristecido como ciudadano, al comprobar que soy parte de los ecuatorianos que el Gobierno vapuleó, maltrató e irrespetó en un momento crítico de la vida nacional, pese a estar inmersos en una situación de salud en extremo complicada dadas las características de una pandemia, cuyo microorganismo causal, generador de una altísima mortalidad, se pasea por nuestro territorio provocando una devastación con gravísimas consecuencias humanas, sociales, económicas, comerciales, educativas, industriales, etc.
La tragicomedia de la vacunación sindica como causantes a las más altas autoridades gubernamentales que con gran crueldad, desparpajo, indolencia, irresponsabilidad, soltura y accionando un verdadero tráfico de influencias penado por la ley, decidieron ‘per se’, vacunarse para protegerse del virus, olvidándose de aquellos que durante 16 horas diarias y todos los días desde hace 1 año, luchan al pie de las camas de las áreas críticas, tratando de arrancarle a la parca a sus pacientes, entre quejidos, fiebres rebeldes, asfixias y descompensaciones orgánicas múltiples.
La confidencialidad tan cacareada, carece de respaldo legal o constitucional, toda vez que lo único de reservado que existe en el ejercicio de la profesión médica es el diagnóstico de la enfermedad de un paciente; de suerte que la lista -que sí existe- tendrá que ser exhibida “ad integrum”, ya que ante la Contraloría habrá que señalar con nombres y apellidos a quienes se vacunaron para cotejar el dinero invertido por el Gobierno con las listas de los beneficiarios, puesto que de no coincidir dicha lista con el monto empleado en la compra, esto dará origen a una glosa contra el o los funcionarios responsables.
El exministro, lanzado a la estratósfera a los 19 días de gestión incolora, fue incapaz de ordenar la vacunación; esperamos que el nuevo ministro, instrumente ‘ipso facto’ el convenio que permita a nuestra Municipalidad iniciar la protección de los guayaquileños, toda vez que estamos amparados en el brillante, profesional y oportuno pronunciamiento del señor procurador.
Y sigo andando…