Premium

Juan Carlos Holguín | ¿Nos afecta la guerra entre Israel e Irán?

Avatar del Juan Carlos Holguín

El ataque de Israel a Irán por incumplimiento de pactos nucleares nos obliga a prepararnos a un nuevo escenario geopolítico

Son guerras que nos parecen lejanas y creeríamos que no nos afectan. Cuando Rusia decidió atacar a Ucrania en febrero de 2022, pensábamos que se trataba de un conflicto al otro lado del mundo. Jamás hubiésemos pensado que nos afectaría tan directamente.

Y es que el ataque de Rusia a Ucrania fue un ataque al mundo, en el que incluso países como Ecuador fueron afectados no solamente por tener más de un millar de compatriotas en territorio ucraniano, sino que también se afectó nuestro comercio.

A un poco más de tres años de conflicto, nuestros productores de banano o flores han tenido que encontrar nuevos destinos por esa situación y se han abierto rutas para nuestros productos a través de Uzbekistán, Kirguistán, Kazajistán o Tayikistán. Los métodos de pago y cobro con esos mercados han tenido que ser reinventados y se ha llegado a utilizar incluso criptomonedas como herramienta transaccional, para que nuestro comercio no se detenga debido a las sanciones ligadas a Rusia.

Ahora podríamos tener un peor escenario: si hace apenas unos sesenta días nos preocupó una probable escalada de conflicto entre India y Pakistán, que afortunadamente se detuvo, el ataque aéreo preventivo de Israel a Irán, debido a las fuertes señales de un incumplimiento de los pactos nucleares por parte de los iraníes, nos obliga a prepararnos para un posible nuevo escenario geopolítico.

Lo cierto es que Irán ha incumplido todos los pactos del uso pacífico de la fuerza nuclear, probablemente desde hace algunos años. Un informe de la Organización de Naciones Unidas, a través del organismo de control atómico (OIEA) votó el pasado día jueves una resolución que declaró que ese país no cumplía ninguna de sus obligaciones en materia de la no proliferación nuclear, al mismo tiempo de advertir y denunciar la falta de cooperación de Teherán.

Tras el voto de la resolución, aprobada por diecinueve votos a favor, tres en contra y once abstenciones, Irán anunció inmediatamente planes para abrir una nueva planta de enriquecimiento de uranio y aumentar la producción de energía nuclear. Se entiende, por tanto, la reacción de Israel, pues desde su instauración, la República Islámica se declaró antisionista y no reconoce el derecho de Israel a existir como Estado.

Habrá que esperar ahora la reacción de Estados Unidos. Aunque el gobierno de Trump ha reconocido que tuvo conocimiento de que Israel iba a atacar las infraestructuras nucleares iraníes, también ha mencionado que no es parte del ataque. Pero advirtió tajantemente de tomar represalias en caso de que los islámicos ataquen cualquier interés estadounidense.

A diferencia de otros conflictos, el hecho de que Irán tenga intereses en nuestro hemisferio, específicamente con la narcodictadura de Maduro, con quienes existen más de 80 convenios de cooperación bilateral, el posible aumento de conflicto global nos trae una amenaza directa en la región. Asimismo, los precios del petróleo y sus derivados comienzan a tener movimientos inusuales que definitivamente afectarán a nuestro país.

Habrá que esperar a cómo transcurren las próximas horas, pero no descartemos jugadas geopolíticas en nuestro hemisferio como parte de un nuevo conflicto que tal vez lo vemos demasiado lejano.