Acertó el Ministerio de Telecomunicaciones con la eliminación de recargos en el roaming celular regional.

Quienes estudian procesos de integración regional saben que no bastaron para que los europeos se sintieran ciudadanos de una comunidad de naciones el Tratado del Acero y el Carbón, el Tratado de la Energía Atómica, Trevi, o incluso el Tratado de Maastricht en 1992.

Cuando los líderes europeos se dieron cuenta, tenían instituciones comunes, burocracias comunes, servicios comunes muy sofisticados y complejos, una parafernalia de críptica normativa, pero no existía una ciudadanía común. Porque la gente de a pie no percibía los beneficios de la integración europea en su día a día.

Entonces algún comisionado genial sugirió trabajar en el roaming europeo sin recargos; otro eliminó las restricciones para el trabajo y la seguridad social; otro recomendó e impulsó los intercambios que hoy son regla entre universidades europeas. Y ahí recién, la entelequia de una integración que llevaba cincuenta años de papeleo, empezó a cobrar sentido.

Por eso el ejercicio de roaming regional liderado es importante. Pues es a las bravas, con crisis políticas y éxodos económicos, que nuestra región se ha integrado. No gracias a medio siglo de la Comunidad Andina.

La cuestión es llevar estos aprendizajes sobre construcción de ciudadanía al interior del país. Un Ecuador tan fragmentado en sus realidades y expectativas políticas y económicas lo pide a gritos. Y es el mismo Ministerio de Telecomunicaciones el que puede lograr que los trámites de la gente se hagan en un clic; puede romper con las inercias que impiden a los jóvenes, la mayor parte de la población nacional, integrarse a la economía regional y mundial. Es ese ministerio el que debe abrir camino para la industria 4.0, única vía para no quedar relegados nuevamente en la siguiente transición industrial.

Para ello ya es MINTEL el ente responsable de aplicar la Ley Orgánica para la Eficiencia de Trámites Administrativos, llena de oportunidades pero lamentablemente, letra muerta, como han sido muchas normas de la CAN.