Al estilo de las sagas de Star Wars o Star Trek cuando Han Solo o el capitán Kirk usaban la realidad virtual para simular ambientes terrestres mientras viajaban en sus naves espaciales, con objetivos de análisis e investigación o solo para meditar, hoy en el Ecuador se está desarrollando desde la academia el proyecto Uso de la realidad virtual y aumentada para el desarrollo de buenas prácticas ambientales a través de la simulación y gamificación.

La sostenibilidad de los recursos naturales depende de la conciencia ambiental de cada una de las personas que habitan en un entorno, por lo que la educación ambiental debe ser un proceso permanente en el cual los individuos y las comunidades adquieran conciencia de su ambiente, los conocimientos, los valores, las destrezas, la experiencia, y también, la determinación para actuar, individual y colectivamente, en la resolución de los problemas ambientales presentes y futuros.

La intención de la propuesta es formar un laboratorio en el cual se desarrollen productos de realidades virtual y aumentada que permitan a sus usuarios simular problemas de interés ambiental, y aprender sobre buenas prácticas ambientales, con el objetivo de generar conciencia y el desarrollo del pensamiento crítico y creativo que puedan utilizar en otras áreas de conocimiento a través de escenarios empíricos y lúdicos.

Este sistema podría ser utilizado por compañías para brindar capacitaciones a sus trabajadores, o por instituciones que deseen generar campañas de concientización en el área ambiental y varias temáticas más, pues cabe destacar que la realidad aumentada no solo puede ser aplicada en la gestión ambiental, sino que puede ser implementada transversalmente en los diferentes ámbitos sociales, empresariales, productivos, etc.

Felicito a la Embajada de Francia en Ecuador por financiar los proyectos de cinco universidades -entre ellas la UTEG- con el Fondo de Solidaridad para Proyectos Innovadores del Ministerio de Europa y Asuntos Exteriores de Francia, para lograr estos avances.