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Jeannine Cruz | Los niños que luchan por vivir

Ivanny Valentina nos dejó una nueva misión, honrar su vida por los niños y niñas que esperan un milagro

Ivanny Valentina es mi primera sobrina, rodeada de una luz mágica, de ese brillo que no se explica, pero se siente. Su habilidad para el canto y la pintura le permitía construir su propio cielo lleno de estrellas fugaces.

El 8 de marzo nuestro mundo se paralizó al recibir el diagnóstico: dos tumores cerebrales inoperables. Esta noticia fue un puñal que nos mutiló el alma.

En medio del dolor jamás nos dimos por vencidos y empezamos a buscar alternativas para su recuperación. Trasladamos a Ivanny desde Loja hasta Quito, y allí comenzó su recorrido por tres hospitales: el Metropolitano, el Andrade Marín, y finalmente Solca.

Todos los diagnósticos fueron desalentadores; indicándonos que “no había nada más por hacer”. Nos rendíamos entre lágrimas, sin embargo, nuestra fe era inquebrantable; buscábamos un milagro, la esperanza de lo divino.

El 7 de abril la situación se complicó, los médicos nos dijeron que no había más alternativa que la operación, siendo esta muy riesgosa. Recuerdo que antes de ingresar al quirófano Ivanny me regaló un momento inolvidable. Me miró con sus ojos, llenos de inocencia, y dijo: “Ñaña, quiero ir a casa”. Yo le respondí: “Muy pronto, pero dime las palabras mágicas”. Ella me respondió, con la paz que solo tienen los ángeles, diciendo: “Jesús, yo confío en ti”. En ese instante supe que estaba protegida por algo más grande que nosotros, algo celestial. Ella ingreso a la sala de cirugía con una sonrisa. Luego de dos semanas mi niña no despertó.

 Con el tiempo comprendimos que el milagro era Ivanny y su sonrisa, su presencia en nuestras vidas.

En Ecuador en el año 2024 más de 1.900 niños menores de 11 años han sido diagnosticados con cáncer. La supervivencia es del 20 %, muy baja para el promedio regional. Por ello es urgente crear y fortalecer centros oncológicos pediátricos con programas de detección temprana del cáncer, garantizar el tratamiento de nuestros niños, y junto a ellos luchar hasta el final.

Ivanny Valentina nos dejó una nueva misión, honrar su vida por los niños y niñas que esperan un milagro.