Esta frase es una de mis favoritas, porque describe la relación tan poderosa y multiplicadora que se da cuando somos parte de un ciclo virtuoso de desarrollo. Todos somos parte de un ecosistema, nuestras acciones afectan directa o indirectamente a otros. En temas ambientales, por ejemplo, podemos evidenciar esta conexión de estar todos directa o indirectamente relacionados con el problema o la solución.

Cuando fundamos una empresa tenemos la aspiración de tener sostenibilidad económica. Los esfuerzos que dediquemos a esa empresa buscarán la eficiencia y la productividad. Pero resulta que hay una receta aún más poderosa para el éxito de esa empresa. Cuando estas nacen con un propósito, buscando el bienestar de otros, su desempeño tiene resultados aún más grandes. Si en el ecosistema más personas están mejor, más capacidad y oportunidad habrá para que esas personas sean consumidoras de tu producto o servicio, resultando en la frase: si elevamos a otros, crecemos.

Las empresas pueden en su modelo no solo elegir rentabilidad, pueden elegir también tener un propósito más elevado. No importa la industria o tipo de negocio, todos podemos elegir tener empresas que busquen un propósito.

Esperamos como ciudadanos con ansias que los líderes políticos abran caminos y oportunidades, creen incentivos y ofrezcan soluciones. Pero permítanme decirles que si seguimos esperando que esa sea la solución del desarrollo, esperaremos sentados. Por otro lado, los empresarios pueden inmediatamente hacer cambios más profundos, qué duran más de los cuatro años, con suerte, de un gobierno. Estas iniciativas con propósito no son transitorias y crecerán y se multiplicaran al ver los increíbles efectos que tienen. Es una nueva era del capitalismo generoso, en donde se busca el crecimiento, el rendimiento, pero simultáneamente se busca el ayudar al progreso de otros con la misma energía. Soñemos ahora con un país en donde todas las empresas hacen este bien. ¿Cuál sería nuestra realidad? ¿Cómo serían las oportunidades? ¿Cómo se vería el progreso? ¡Hagamos ese sueño realidad!