El cambio climático está cada vez más cerca de nuestra cotidianidad. Está desencadenando el tipo de catástrofes climáticas que vimos este verano, poniendo en riesgo a muchas especies y haciendo que pronto ciertas partes de la Tierra sean inhabitables. En París, hace cinco años, la comunidad internacional acordó limitar el calentamiento global entre 1,5 y 2°C. El reto es posible, la ciencia también nos dice que podemos alcanzar una sociedad con cero emisiones de carbono, de nuevos empleos verdes que limiten el calentamiento global.

La Unión Europea ha demostrado que es posible desvincular el crecimiento de las emisiones de CO2 (desde 1990, nuestro PIB ha crecido más de un 60 % mientras que las emisiones de gases de efecto invernadero -GEI- han disminuido en un 25 %). En julio dimos a conocer nuestro Pacto Verde que busca una reducción neta del 55 % de las emisiones de los GEI para 2030 en la senda de la neutralidad climática para 2050. Esta transición de la forma en que generamos la energía está diseñada garantizando que nadie se quede atrás. De lo contrario, no funcionará.

Pero, no podemos lograrlo solos. La UE produce solo el 8 % de las emisiones mundiales de CO2 por lo que es imperativo inspirar a los demás. Para ello creamos la primera Alianza Verde para la neutralidad climática; empezando por Japón, en mayo, presionamos para que el G7 se comprometiera con la neutralidad climática en junio y ahora estamos buscamos que el G20 haga lo mismo.

Invitamos a todos a reforzar sus planes de adaptación al clima. Ofrecemos apoyo técnico y económico siendo los mayores proveedores de financiación climática del mundo (EUR 22 mil millones en 2019). Además, como anunció la presidenta de la Comisión Europea, Von der Leyen, aumentaremos esta cantidad en los próximos años, más aún cuando la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático indica que, con el compromiso actual, la temperatura global aumentaría unos inaceptables 2,7ºC en 2100. Necesitamos un cambio exponencial, cada acción cuenta: cómo producimos y consumimos.

La UE sigue impulsando la acción climática, en el caso de Ecuador, con Euroclima+ apoyando la implementación de las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC). Trabajando con gobiernos seccionales sobre movilidad urbana verde, agricultura climáticamente inteligente y energía renovables. Hemos colaborado, a través del Congope, en la elaboración de 23 estrategias provinciales de Cambio Climático. Y ahora, empezamos con Fedexpor, Corpei y los ministerios de Ambiente y de Producción, un proyecto de EUR 2.3 millones sobre Economía Circular. Además, la nueva programación 2021-2027 de la cooperación de la UE con el país se enfocará en nuestro compromiso común sobre temas medioambientales.

El Cambio Climático es un desafío global que necesita una respuesta individual. La acción climática puede tener lugar en cualquier lugar y a cualquier nivel. El momento de las soluciones prácticas es ahora, desde las más básicas hasta las más innovadoras.