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Agustín Carstens y Nandan Nilekani: El ascenso de Finternet

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Ahora el sistema financiero global solo necesita su ‘momento Neil Armstrong’ -un pequeño paso que representa un salto gigante

El sistema financiero está listo para dar un gran salto hacia adelante, explorar nuevas fronteras. Prevemos un tiempo en el que solicitar un crédito hipotecario o un pequeño préstamo comercial sea tan fácil como mandarle un mensaje de texto a un amigo o reservar una habitación de hotel por Internet. Se han hecho algunos progresos en materia de tecnología que permiten este tipo de nueva realidad (aplicaciones de pago móvil). Pero transformar los servicios financieros exigirá crear un sistema completamente nuevo para igualar los avances hechos en comunicaciones desde que llegaron Internet y los teléfonos inteligentes (hoy computadoras potentes); sería un desperdicio no maximizar su uso. Con este fin recurrimos a nuestra experiencia conjunta en economía y tecnología para ofrecer un modelo para la arquitectura financiera futura: Finternet, una visión de múltiples ecosistemas financieros que se conectan entre sí, muy parecido a lo que sucede con Internet, para permitir que individuos y empresas ejerzan control pleno sobre sus vidas financieras. Avizoramos un mundo en el que la gente y las empresas puedan usar cualquier dispositivo para transferir cualquier activo financiero -sin importar la cantidad- a cualquiera en el mundo. Serían transacciones baratas, seguras, prácticamente instantáneas, y a disposición de todos. El sistema sería particularmente importante para economías emergentes y en desarrollo, donde existen grandes brechas en el acceso a servicios financieros. Los avances importantes de los últimos años le han allanado el camino a Finternet. Un ejemplo es la tokenización, por la cual los tokens que representan activos digitales pueden identificar la titularidad y reglas aplicables de manera excepcional. Otro son los libros mayores programables, plataformas digitales que combinan funciones de mantenimiento de registros de las bases de datos tradicionales con los acuerdos de gobernanza requeridos para actualizarlos. Para poner en valor la innovación financiera y construir una red fluida e interconectada debemos combinar todos estos elementos y derribar las barreras y silos del sistema financiero actual. Unir diferentes activos tokenizados en libros mayores programables unificados reduciría drásticamente la necesidad de procesos extensos de mensajes, compensación y pago que generan costos adicionales, insumen más tiempo y limitan el acceso a crédito y a otros servicios financieros. Los libros mayores unificados también permitirían ‘contratos inteligentes’. En el caso de transferencia de una propiedad, el pago del precio de compra y los controles de un posible lavado de dinero podrían suceder en el mismo momento y demorar segundos. Los bancos centrales, en tanto guardianes del dinero público, tienen un rol importante en la nueva arquitectura financiera: el dinero que emiten es el vehículo a través del cual se saldan todas las transacciones económicas. Una forma digital de este dinero, por ende, es una base necesaria para Finternet. Los bancos comerciales también pueden desempeñar un papel crucial en la interacción con consumidores, sobre todo si ofrecen depósitos bancarios tokenizados que constituirán la esencia del sistema monetario de Finternet. El uso radical de nueva tecnología podría acelerar las capas de controles manuales que hoy se exigen para cumplir normas y regulaciones. Hacer que Finternet sea una realidad llevará años pero debemos empezar ahora. La tecnología está lo suficientemente madura y aún no estamos acotados por marcos institucionales rígidos o atrapados por monopolios. Es una oportunidad única para rediseñar la arquitectura del sistema financiero en grande y apelando a nuestra imaginación. Tenemos las herramientas para llegar allí.