Es inaudito e indignante; asambleístas luchando por legalizar la matanza de niños indefensos e inocentes, mientras policías que sacrifican su vida y la de sus familiares por defendernos de ladrones, asesinos, malandrines, son juzgados por jueces indignantes. Dichos policías deberían ser premiados, defendidos y apoyados en su gestión altruista y peligrosa. Ya es hora de instaurar la pena capital; no me aparto del dolor que sentirán madres, esposas e hijos de esos malandrines, pero es el precio de tener familiares así. Autoridades: mano dura a la delincuencia, el país está cada día mas perdido en tanta delincuencia. Clamamos por verdadera justicia y protección. ¿Hasta cuándo?

Martha Jurado Rodríguez