Jugar con el futuro

Ha empezado la campaña electoral para elegir el gobierno y la asamblea que regirán los destinos de Ecuador por los próximos cuatro años o por los próximos 50 años, como descaradamente ha manifestado el candidato Arauz, develando sus apetitos totalitarios, poniendo en evidencia sus intenciones de convertir a Ecuador en otra Venezuela.

Esta campaña es para asumir el gobierno de un país devastado económica, moral e institucionalmente por la pandemia del correísmo durante 14 años y para la cual solo hay una vacuna: elegir un gobierno serio, honesto, capaz, responsable, que pueda dar un giro de 180 grados a la triste situación en que estamos los ecuatorianos.

El gobierno que asuma el 24 de mayo de 2021 recibe un país endeudado al máximo, sin dólares, con 7 de cada 10 ecuatorianos sin empleo, con una economía en recesión, con un déficit fiscal enorme, sufriendo una crisis de salud pública terrible por la pandemia de COVID-19, pero más grave aún, por la corrupción que impidió que la estructura de salud pública enfrente esa pandemia, y todo esto en un entorno de una crisis globalizada por esa misma pandemia.

En esas circunstancias, las propuestas y campañas de ‘marketing’ político para obtener el voto de los ecuatorianos, con excepción de una, son un monumento a la irresponsabilidad, la demagogia y más claramente al engaño de los hombres y mujeres de Ecuador. Solo vasta ver en las redes las ridiculeces que emiten con Tik Tok o escuchar hasta en los programas más serios respuestas como que la solución a los problemas de los ecuatorianos es exportar agua virtual, o fundir teléfonos para exportar oro, o ver candidatos que para obtener algún protagonismo recurren a vulgaridades e insultos, como si alguien les pagara para atacar a otro candidato, o que ofrecen regalar dinero que no existe y que no es suyo. Todo esto es convertir a la campaña en un juego muy peligroso para el futuro de los ecuatorianos; es crear las condiciones de convertirnos en otra Venezuela, empobrecida y destruida.

Afortunadamente sí hay un candidato con una propuesta seria programática, fundamentada y con la capacidad para ejecutarla, y que toma en serio el futuro, cambiando al país positivamente. Los ecuatorianos debemos tomar muy en serio nuestro futuro y apoyar la propuesta de Guillermo Lasso.

Juan Jose Pons Arízaga