El 20 de junio NN UU. nos enfrentó a la tragedia sin precedentes de los más de cien millones de personas que han huido de sus países por guerras o persecuciones políticas, religiosas o raciales. La crisis más cercana a nosotros y ya multimillonaria es la de Ucrania. También bate tristes récords en América la de los seis millones de venezolanos. Los refugiados, a diferencia de otros emigrantes, salen de su país forzados, en grupos muchas veces familiares y con una urgencia que les imposibilita esperar momentos favorables o llevar consigo lo que pueda ayudarles. Así les ocurrió a no pocos españoles tras nuestra guerra incivil; como muchos millones padecimos después la también tan dolorosa emigración económica o/y política del tardofranquismo. Atendamos bien a estos nuevos desplazados de una Ucrania que, defendiéndose heroicamente de un ataque alevoso, está ayudando también a Europa y a la humanidad.

Dr. Martín Sagrera Capdevila