Lo bueno: la intencionalidad de pagar parte de la deuda del 40% por pensiones es supuestamente rescatable.

Lo malo: la deuda no está debidamente calculada. Recién la Procuraduría General del Estado dirimirá los montos, solo con la participación de los deudores, sin la participación de las veedurías, que son los dueños de los recursos. Con ese dinero líquido el IESS invertirá en bonos del Estado, al final del día impagables porque son solo papeles.

Lo feo: con esta hábil transacción se anula la deuda del Estado al IESS; en otras palabras, es la tercera licuación de deuda en la época de la revolución ciudadana y la quinta compra de bonos basura. Y para colmo, gente sin conocimiento de causa felicita al Gobierno por este nuevo robo. ¡De Ripley!

¡Cuánta audacia del Gobierno y cuánta ignorancia de los asegurados al IESS!

Dr. Manuel Posso Z.