Emulo el estribillo del primer mandatario que cacarean todos los medios de comunicación y los policías: “Sembramos futuro”.

Orgulloso debe estar porque durante 4 años lo que ha sembrado es alta corrupción, desarrollo de toda clase de delitos al por mayor, manteniendo leyes que favorecen a toda clase de delincuentes, creando miseria, crímenes e impunidad; y manteniendo a ministros y allegados al régimen, solapando aparentemente a los congresistas corruptos discapacitados.

Ha sido un gobierno nefasto, como consecuencia de que su estado físico no le ha permitido desplazarse al lugar de los hechos, delegando a sus ahijados para que lo representen. Ello lo ha llenado de múltiples errores, rotando a todos sus allegados corruptos e ineptos en los ministerios .

Termina su mandato, pero no “sembrando futuro”, porque se traduce en mísera pobreza y en delincuencia al por mayor, logrando buenas cosechas de fugas de los cobardes corruptos.

Ejemplo, el exministro de salud Zevallos, que hasta el último momento demostró sus errores, al rodearse de ineptos que lo han hecho fracasar.

Sigue sembrando miseria y culmina con la COVID-19, con su tardía acción para prevenir y apoyándose en sus súbditos que le mentían.

Ojalá nunca más intervenga en la política, por el bien del país.

Nuestra alcaldesa se tomó unas vacaciones con su familia en Cancún, país contaminado con mayor porcentaje de virus. No se aguantó y se olvidó de su responsabilidad.

Que terminen con los arrestos domiciliarios. Deberían ponerles cadenas en los pies y no distraer a 500 policías para que los cuiden, y abrir más cárceles o tendrán que ubicarlos para su mayor comodidad en los mejores hoteles cinco estrellas. Sembremos Justicia, ubiquen cárceles en la selva.

Antonio Abad Cornejo