¿Ciudad de palmeras?

Guayaquil no es una ciudad de palmas. Se desarrolla entre manglar y bosque seco, donde no prospera esa especie. Expreso, con su muy buena sección dominical sobre problemas de medioambiente publicó una entrevista a la directora de Parques del Municipio, quien parece estar retomando la senda correcta de reforestar la ciudad con especies endémicas, resistentes al clima y a plagas de la zona. Debe reemplazar todas las palmas que alguien con poco criterio (y recursos públicos) sembró sin considerar que no aportan beneficios -ni siquiera dan sombra-, y ya lucen deformes y semidestruidas por enfermedades del entorno contra las que no tienen defensa natural.

Carlos Cortaza Vinueza