Todavía hay personas ilusionadas porque Correa sea presidente. Pero, es un sueño que no lo verán, pues ya no será presidente de Ecuador. Entre otras razones, por lo explicado a continuación.

Rafael Correa nació en el año 1963, en la llamada generación Baby Boomer, que corresponde a los nacidos entre los años 1950 -1968, aproximadamente. En el 2007 llegó a la presidencia a sus 43 años, con un significativo apoyo de jóvenes de la generación ‘millennials’, entonces con alrededor de 20 años. Considero yo que en el año 2010 su gobierno llegó al pico de poder, prosperidad y obras, favorecido por los elevadísimos precios del petróleo. Estos ‘millennials’ vieron multitud de obras, como carreteras, hidroeléctricas, hospitales, escuelas del milenio, Yachay, etc., que hoy ya sabemos, tuvieron sobreprecios, o fueron mal construidas.

Para las elecciones de 2025 Correa ya tendrá 62 años de edad y los jóvenes ‘millennials’ que lo apoyaron estarán entre los 39 a 42 años. Pero al mismo tiempo aparecerá otro grupo de electores de la llamada generación Z, nacidos alrededor de los primeros años de siglo XXI, y que, en gran parte, en el 2023 dieron el triunfo al joven ‘millennial’ Daniel Noboa, llevándolo a la presidencia.

Por sus problemas legales y a sus 62 años, Correa no podrá participar en las elecciones presidenciales del 2025.

En el caso improbable de que pudiere candidatizarse en el 2029, a sus 66 años, es muy difícil que muchos electores ‘millennials’ voten por el anciano Correa. Y tampoco le darían sus votos los sufragantes de la generación Z, y no se diga los nuevos votantes de la generación Alfa, nacidos alrededor de los años 2010-2011. Estas dos últimas generaciones, que no vivieron la supuesta prosperidad de los años 2010 en sus redes conocerán cada vez más hechos de corrupción y otras acusaciones, fundadas o infundadas, imputadas al expresidente. Peor aún será en las elecciones del 2033, cuando ya tendrá 69 años.

En resumen, para las siguientes elecciones del 2029, o las posteriores del 2033, muchos de los ‘millennials’ dejarán de apoyarlo. Y peor aún los votantes nacidos en el siglo XXI. Por consiguiente, lectores correístas, decepciónense, bajen de la nube y miren esta realidad: Correa no volverá a la presidencia del país, para bien del Ecuador.

Wilson Sánchez Castello