Agradezco a Dios por los buenos tiempos y los malos, por las risas y lágrimas, por los amigos contados con los dedos de la mano y los compañeros de vida de tertulias. Cada experiencia ha enseñado algo valioso y me ha hecho más fuerte. 

Gracias Padre por lo vivido y aceptado durante todo el año: pérdidas, ganancias, tribulaciones, alegrías y amores. Te agradezco señor por la familia, hogar, salud y las personas que me rodean; aunque haya sido una Navidad y Fin de Año en ausencia de algún ser querido (en mi caso la pérdida de mi madre Pochita). 

He sido un discípulo más mi Dios, de transmitir sus enseñanzas espirituales, y motivadoras con ese toque y chispa entre metáforas y paradojas de vida, por medio de esta ventana informática, como es Diario EXPRESO, que con gentileza de todos sus colaboradores hacen que la información veraz llegue a sus hogares. 

Gracias familia por su apoyo moral y sus bendiciones. Les deseo un feliz año nuevo, con prosperidad, abundancia, salud, trabajo y con mucha fe: lo mejor está por venir. Feliz Año Nuevo 2024.

Javier Valarezo serrano