Aborto por violación: el dedo en la llaga
Por lo dicho aquí y las sensatas intervenciones en la Asamblea de los ponentes provida, pido que el proyecto que introduce la pena de muerte...
Un ejemplo. Si en la Asamblea se discuten medidas ante el aumento de muertes por accidentes de tránsito y un asambleísta propusiera crear más cementerios, alguien podría pensar que está demente. Si otro legislador pidiera modernizar la red vial, mejorar las normas de tránsito, se pensaría que está en sus cabales, aunque sus propuestas sean costosas e idealistas. El aborto por violación es la demencial idea de combatir la violación castigando con el exterminio nazi a miles de inocentes nonatos. A cambio, pongo el dedo en la llaga (la violación) y sugiero medidas preventivas a tomarse en la escuela y el hogar: que se derogue el plan escolar de Educación en la Sexualidad y la Afectividad, caballo de Troya de la ideología de género. Porque si se extirpa en los alumnos el “tabú” del pudor con prácticas grupales mixtas y se evita, al hablar de sexo, toda referencia al designio divino del matrimonio y la familia, ¿por qué admirarse de tanto desenfreno? Que los padres reconquisten su inalienable y natural derecho-deber de informar, uno a uno, a sus hijos e hijas sobre la realidad sexual y formarlos en los principios éticos pertinentes. Que las madres analicen con sagacidad femenina el perfil moral de los varones del núcleo familiar y amicial de sus hijas y tomen sin dilación astutas precauciones. Que se desmantele en la mujer la idea de que es un ser naturalmente inmaduro, incapaz de avizorar las personas y ambientes donde ella puede poner en riesgo su integridad, y se vuelva a formarla en los principios del pudor y la castidad como parte de su femenina fortaleza.
Por lo dicho aquí y las sensatas intervenciones en la Asamblea de los ponentes provida, pido que el proyecto que introduce la pena de muerte para los desdichados nonatos sea, ante Dios y la patria, archivado o vetado por el presidente.
Padre Paulino Toral