En el lejano Kumandra, localizado en el este asiático, viven plácidamente un padre y su pequeña hija: Raya. Inesperadamente surgen los Druunes, figuras humeantes que destruyen el reino, a la humanidad, a fin de apoderarse de una mágica esfera de cristal, símbolo de poder. 

Los dragones, que conviven con los humanoides, deberán sacrificarse para salvar a la población pero Benta queda convertido en estatua de piedra y la pequeña, gracias a su padre, huye. Años más tarde, Raya se ha convertido en una guerrera solitaria cuyo medio de transporte es un ingenioso y veloz animal cercano a las tortugas pero más, mucho más grande. 

El viejo reino se ha transformado en cinco provincias: Colmillo, Columna (vertebral), Garra, Cola y Corazón. Una de ellas está dirigida por la madre de la princesa Naaman, que resulta ser una muchacha traicionera, cruel. La esfera destrozada ha perdido sus poderes mágicos y para recuperarlos deberán unificar los fragmentos que están en poder de cada una de las cinco provincias. 

En la jornada, Raya encontrará un infante amigo de la estafa, secundada por un ingenioso trío simiesco, un huérfano que dirige un restaurant flotante, al gigantesco guerrero Tong y sobre todo a Sisu, espíritu de una dragona juvenil. Juntos deberán luchar por recuperar las partes de la piedra preciosa e implantar con ella la justicia, la paz y el retorno de los dragones.

He aquí un largometraje que es fácil de seguir y entretenido de principio a fin, no solo por la diversidad de sus personajes sino porque sus dibujantes parecen haber humedecidos sus pinceles en el arcoíris, especialmente en las secuencias de los dragones surcando los cielos. Además, el filme está lleno de imágenes impresionantes, perfectamente elaboradas, ambiciosas y pioneras en sus diseños artísticos. 

Siendo, como es, la película 59 que dibujan los estudios Disney sirve como clara demostración de los lejos que han llegado y quizás esta sea su obra más hermosa. Fíjense en la forma que han sido pintadas o dibujadas las cataratas y el mar. Nunca el agua ha sido mostrada –en dibujos animados- con tanta perfección, son por lo tanto… nuevos logros.

La trama es variada y la aparición de cada personaje entusiasma pues ellos son ricos en sus detalles, en sus expresiones y esto me hace recordar el artículo que el magazine Time escribió al comenzar el siglo XXI: “La técnica de los dibujos animados llegará a tal exactitud que bien podrían olvidar a los actores 'vivos'”. Esto sucede ahora debido a la perfección a las reacciones dibujadas, los ojos, las expresiones corporales que se acercan, demasiado, a la quimera de la revista mencionada. Por esto 'Raya y el último dragón' es impresionante y porque no decirlo: emocionante.

El elenco de voces es de primera, hace a los dibujos más humanos. Vaya a verla, estará frente a una obra maestra; pero, le sugerimos: No se sienta satisfecho con solo admirarla en su computadora. Si lo hace, perderá toda la belleza que engloba su arte. 

Además, en la salas de cine vera un cortometraje titulado 'Juntos otra vez', donde vemos que la vejez no significa alejarse del ser amado y que la mujer siempre luchará para que 'su hombre' tome al baile como una expresión de vida. Toda una lección sobre el amor que vive su otoño.

CALIFICACIÓN: * * * * *