La siempre atractiva, distante y enigmática Melania Trump ha sido noticia en estos días por presentar el nuevo Rose Garden (jardín de las rosas) de la Casa Blanca, una transformación que la primera dama vio necesaria debido a que su marido trasladó sus conferencias de prensa a ese espacio exterior debido al coronavirus.

Este jardín no había sido restaurado en casi 60 años, siendo Jacqueline Kennedy la encargada de su último diseño. Y, claro, cuando se trata del estilo y glamour icónico de la inolvidable 'Jackie', son inevitables las comparaciones y se arma el relajo.

La actual primera dama de Estados Unidos presentó esta mañana la nueva cara del jardín con motivo de un encuentro con la convención republicana. Las reformas incluyeron “actualizaciones eléctricas para apariciones en televisión, otra pasarela y nuevas flores y arbustos para satisfacer las necesidades dinámicas de la presidencia moderna”, dijo Melania a un medio de comunicación.

El jardín original fue encargado por el presidente John F. Kennedy en 1961, y fue diseñado por la jardinera Rachel Lambert Mellon y Jacqueline Kennedy. Consistía en variadas rosas y árboles grandes en los que destacaban los manzanos silvestres y todo el jardín cubierto de hierba. Melania optó por imponer el blanco y colores más suaves, quitó los manzanos e incluyó caminos de piedra en lo que antes era un césped.