Marji tiene diez años el día en que su vida da un giro inesperado. Es 1980 e Irán está en crisis. Ha iniciado la Revolución islámica iraní, que devuelve al país de medio oriente a un gobierno teocrático y convierte a la familia de la pequeña en enemiga del régimen.

Esta es la historia que narra ‘Persépolis’, una impresionante novela gráfica publicada en el año 2000 por la artista y directora de cine Marjane Satrapi. Es también la fuente de inspiración de ‘Marji Valiente’, pieza de Enredo Teatro que se presenta hasta el 30 de julio en el teatro Patio de Comedias de la capital.

Ana Nájera y Ana Paula Peña, sus cofundadoras, se conocieron cuando formaban parte de la escuela Imagino Teatro.

“Me obsesioné con ‘Persépolis’ desde la universidad, primero con el libro y luego con la película”, afirma Peña. “Pasaron años hasta tener que idear el proyecto de graduación, pero ahí sentí que era el momento de adaptarla a las tablas”, dice.

No obstante, durante el proceso de creación, ambas notaron que debían soltar la adaptación exacta y tomar lo que querían plantear a manera de reflexión.

“Nuestra experiencia personal no es la de Irán, pero sí que tenemos experiencia siendo mujeres latinoamericanas, y ahí hallamos puntos en común”, añade Peña.

La obra, desarrollada sin escenografía, toma elementos como paraguas y abanicos para narrar la historia de Marji, su mejor amiga y su tía, quienes aprenden la importancia de la resistencia frente al poder.

La obra, dirigida principalmente a niños y adolescentes, tiene funciones los días 29 y 30 de julio a las 20:00 y 18:00, respectivamente.

HACIA EL FUTURO

Las jóvenes artistas esperan llevar Marji Valiente a otros escenarios como colegios, escuelas y casas comunales. “Nos parece importante que la obra llegue a niños y adolescentes y que se genere un diálogo a raíz de ella”, señala Nájera.

UNA OBRA EN MOVIMIENTO

Esta es la segunda temporada de ‘Marji Valiente’, pero no la última, explican las creadoras. Señalan que, tras la primera puesta en escena, se detuvieron a consultar a su audiencia. “Nos parecía importante recibir críticas y reseñas sobre nuestro trabajo y ver qué podíamos mejorar”, comenta Ana Nájera.

Esta nueva temporada cuenta con dos escenas adicionales, cambios en los textos e incluso la introducción de un mayor número de objetos en la escena.

“Lo maravilloso del teatro es que nunca hay una versión final de una obra, siempre se puede cambiar, adaptar y mejorar, y eso es lo que buscamos”, establece.

Esperan en los próximos meses llevar la puesta en escena a Cuenca, Azogues y Guayaquil.